Ahora a la altura de Tamanché
Personal del Ejército Mexicano perteneciente al 11/o. Batallón de Infantería, en recorrido de vigilancia con agentes de la Agencia de Seguridad Física de Pemex, halló una toma clandestina en un ducto de 8 pulgadas que transporta hidrocarburo (diesel) y conecta las Terminales de Abastecimiento y Reparto (TAR) de Progreso con Mérida.
El ducto se encuentra sobre el derecho de vía de la citada paraestatal a la altura de la comisaría de Tamanché, municipio de Mérida.
En el lugar de la toma clandestina el personal militar estableció la seguridad periférica, mientras los ingenieros y especialistas de Pemex clausuraban la mencionada toma. No hubo personas detenidas.
Antecedentes
De octubre del 2017 a julio del 2018, personal de Pemex había detectado 4 tomas clandestinas de los llamados “huachicoleros” en el mismo ducto al que se tiene fácil acceso, pues corre a un costado de la carretera Progreso-Mérida. Sin embargo, por “falta de recursos” la paraestatal ni las sella ni las vigila, lo que facilita el accionar de los delincuentes.
La primera toma fue detectada en octubre de 2017; la segunda en mayo de 2018; otra más en junio y una cuarta en julio del mismo año.
De las 4 tomas clandestinas detectadas una explotó, con saldo de un huachicolero muerto y otro herido; otra fue reparada, sellada, tapada, en tanto que las otras seguían abiertas.
POR ESTO! advirtió desde octubre del 2017 de la toma clandestina en el ducto de gasolina de Pemex en el kilómetro 7+330 del camino alterno a la carretera Progreso-Mérida desde la Terminal de Almacenamiento y Reparto (TAR), en la comisaría de Paraíso en Progreso, justo frente al “minisuper Oxpé” de la carretera Mérida-Progreso.
En nuestra edición del 23 de junio del 2018 señalamos que los llamados “huachicoleros” seguían utilizando la toma clandestina detectada en octubre del 2017, la cual se ubica en el km 7+330, que sólo había sido “parchada” por empresas subsidiarias de Pemex. Además, subrayaron que había una segunda toma clandestina en el Km 16+500.
El viernes 22 de junio, hacia el mediodía, se filtró la información de que la Marina, la SSP y la policía especial de Pemex resguardaban una toma clandestina en el Km 16+500, en el tramo Sierra Papacal-Komchén, en espera de que llegara el Ministerio Público Federal.
Mientras eso ocurría, POR ESTO! presenció que en uno de los caminos perpendiculares al ducto, cerca de la toma del Km 7+330, llegó un camión de redilas rojo cargado de bidones en el que se trasladaba un hombre encapuchado.
El camión se internó en una brecha marcada con el número 26, en rojo, sobre una piedra; POR ESTO! publicó inclusive una foto de este vehículo.
Una camioneta roja de doble cabina asomó del monte apenas cruzó el camión de redilas frente a ella, bajó la ventana y viró las llantas con dirección hacia el fotógrafo.
Se advirtió del riesgo que representaban esas tomas por la gasolina derramada. La explosión ocurrió a la medianoche del miércoles con saldo de 2 personas hospitalizadas y una camioneta calcinada. Y la brecha paralela al camino del ducto marcada con el número 26 sigue abierta sin vigilancia.
Suministro por barco
Apenas en nuestra edición de ayer difundimos que de enero a noviembre del 2018 arribaron a Progreso, Yucatán, 122 buques cargados con 2.8 millones de toneladas de diesel, gasolinas y turbosina, de acuerdo con datos públicos de la Administración Portuaria Integral (API) del citado puerto.
La proveeduría de combustible en el Estado llega por barco, principalmente procedentes de Veracruz.
Yucatán no está exento
El Diario de la Dignidad, Identidad y Soberanía publicó el 1 de enero de este año que, en los últimos 10 años, en Yucatán se han abierto 100 nuevas gasolinerías, lo que significa un crecimiento de 67 por ciento; la Entidad cuenta con un total de 250 expendios.
Con base en datos de fuentes del sector energético e información pública de empresarios, los principales grupos gasolineros que operan en el Estado son tres: La Gas (de Grupo Lodemo), G500 (al que pertenece Megasur) y Fullgas, que juntos suman 90 gasolinerías en Yucatán, esto es, el 30 por ciento del total.
Hace 10 años, recordaron las fuentes consultadas, había en el Estado 150 gasolinerías y entre el sector o la población se sabía el nombre del propietario; 5 años más tarde ya habían surgido otros empresarios gasolineros; sin embargo, con la Reforma Energética emergieron más grupos cuyos integrantes son desconocidos.
La Gas, de Grupo Lodemo, opera 36 estaciones en el Estado y 51 en toda la Península de Yucatán.
Los otros dos grupos aparecieron en los últimos 5 años y hoy en día tienen prácticamente casi el mismo número de expendios que el negocio familiar de los Loret de Mola, que va por la tercera generación.
La información pública del Grupo G500 al que pertenece Megasur muestra que operan en el Estado 34 establecimientos.
En el caso de Full Gas, operan 20 gasolinerías en Yucatán y 40 en total en la Península.
De acuerdo con las fuentes consultadas, el crecimiento en el número de gasolinerías en el Estado ha sido acelerado, pero también se ha pulverizado, pues si bien hay 3 grupos que predominan, el 70 por ciento de las gasolinerías son de empresarios individuales o negocios familiares que tienen de 1 a 3 expendios, ya que demandan una fuerte inversión.
Para abrir una gasolinería se necesitan cuando menos unos 20 millones de pesos, pues no son sólo las instalaciones de la estación de servicio, sino también se requieren mínimo 6 pipas para almacenar.
POR ESTO! ha informado la inquietud del sector energético sobre el destino final de los robos de gasolina, ya que “en algún lado se deben vender y no propiamente en un clandestino”.
(Redacción/ POR ESTO!)
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