Eliseo Martín Burgos
El filósofo judío Filón de Alejandría, en el siglo I, trató de conciliar a los judíos con los griegos promoviendo la lectura de los libros ajenos a la religión judaica, pero fue muy censurado por un correligionario por interesarse de asuntos gentiles y respondió:
–No hay libros buenos o malos, hablando en general; ninguno es totalmente malo, todos son buenos para alguien; siempre servirán para resolver algún problema, disipar alguna duda o erradicar algún error.
Antología del Chascarrillo
Segunda Epoca