Yucatán

Los sindicatos, cotos de poder para el enriquecimiento de sus líderes

Pilar Faller Menéndez

Una primera plana con una noticia escandalosa pero grata muchos mexicanos presentada por el periódico POR ESTO!, cuyo, Carlos Romero Deschamps, quien fuera líder y casi dueño del Sindicato Petrolero, a quien se le denunció reiteradamente de cometer actos ilícitos y hacerse de una cuantiosa fortuna a costa de ellos, estuvo a quienes al frente del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana durante 26 años en los sexenios de los últimos 5 presidentes de México, antes de la actual, y que obtuvo sus reelecciones a base de manos alzadas lo cual es sumamente intimidante para los votantes, que debieron haber ejercido su voto secreto.

Después nos preguntamos por qué siendo el petróleo una de las mayores riquezas naturales con las que cuenta el país, hoy se encuentre en un estado deplorable. Han sido múltiples los casos de malversación de fondos que esta industria ha sufrido tanto por funcionarios como por este líder sindical. Hoy se ha convertido en un reto poderla rescatar a PEMEX por todos los saqueos que ha sufrido.

Muchos líderes sindicales como Romero Deschamps, fungen como caciques y su poder puede llevar a crisis en el país, amenazando con huelgas de sus agremiados para conseguir sus demandas, por lo que muchas veces, el Estado tiene que negociar con ellos, a fin de prevenir el descontrol que pueden ocasionar sus amenazas. Son terroristas de cuello blanco, que juegan con sus agremiados como si fueran fichas de ajedrez, olvidando que fueron creados como un instrumento de incorporación de los trabajadores, con la finalidad de defender sus intereses procurando una mejor calidad de vida, y fomentar la formación de una clase obrera organizada y que pueda combatir ante las injusticias en sus centros de trabajo, convirtiéndolos en una de las figuras más importantes en lo que a derecho laboral se refiere.

En el artículo 123 fracción XVI del apartado A se reconoce el derecho de los obreros y los empresarios para coaligarse en defensa de sus intereses, ya sea en sus sindicatos, asociaciones profesionales u otro tipo de asociaciones. El artículo 356 de la Ley Federal del Trabajo, los reconoce como personas morales que no necesitan de una autorización previa para adquirir bienes muebles e inmuebles destinados al objeto de su institución. Probablemente para eso fue adquirido el lujoso yate de la hija de Romero Deschamps.

Pero nada más lejos que esta vocación se encuentran estas organizaciones, debido a que muchos de sus líderes se han aprovechado y empachado del poder que implica el número de agremiados a los sindicatos que dirigen, para convertirlos en una oportunidad de amasar fortunas dejando a un lado la responsabilidad que tienen, para defender sus intereses y no los de los trabajadores, que una vez más viven en una situación precaria y son ajenos a lo que sucede en los mandos altos, y la vida que se dan sus líderes.

Muchos han sufrido la coacción al voto en tiempos electorales, por medio de amenazas o promesas de que es la única forma que el país funcione, y reciban un aumento de salario. Es verdaderamente indignante jugar con gente vulnerable, mientras sus líderes se encuentran jugando en las “grandes ligas” haciendo negocios y pactos para favorecerse, y muchos de ellos salen impunes a pesar de la vida llena de lujos que llegan a alcanzar.

Prohibir la formación de sindicatos, sería violar el derecho de los trabajadores a formar parte de organizaciones que defiendan sus derechos. El problema es la malversación de las cuotas y los negocios que hacen en su nombre los llamados “líderes”, a los cuales de alguna forma deberían controlar y pedir cuentas oportunamente, y no después de haber amasado una fortuna y darse una vida de lujos, muy lejana al deber que tienen.