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Yucatán

Los beneficios que ofrecen y no cumplen las tarjetas bancarias

Pilar Faller Menéndez

Se ofrecen indiscriminadamente, pero no cumplen con los beneficios que ofrecen

Según Forbes, 4 de cada 6 mexicanos utilizan tarjetas bancarias, ya que es más seguro que llevar efectivo, y éstas se encuentran de alguna manera protegidas por un número llamado NIP (Número de identificación personal) el cual debe utilizarse en el momento de ejercer alguna compra, o disponer dinero en los cajeros.

Dependiendo del tipo de tarjeta, éstas ofrecen beneficios, y la cuota anual también va subiendo mientras más beneficios se ofrezcan. El uso de este producto bancario ha ido en aumento, por la promoción que éstos hacen por medio de Centros telefónicos, los cuales literalmente acosan con llamadas, o bien, por la necesidad que se tiene de éstas, y que las instituciones bancarias ofrecen en sus sucursales.

Mientras el comportamiento del tarjetahabiente sea mejor, al pagar a tiempo y demostrar responsabilidad cumpliendo con sus pagos, el banco va ampliando el límite de crédito, y ofrece tarjetas con mayores beneficios.

El problema es que muchas veces por la forma en la que presentan esos beneficios, parece ser fácil tener acceso a ellos. Las mismas sucursales bancarias, aseguran que en el caso de que fuera requerido ese beneficio se tendrá acceso a éste. En este caso, vivido en carne propia, me acerqué a una sucursal para asegurarme de que en caso de tener una emergencia médica en el extranjero, podría tener este beneficio, a lo que me respondieron que sí, siempre y cuando los boletos de avión fueran pagados con mi tarjeta, y me proporcionaron unos teléfonos en caso de lo que necesitara, motivo por el cual, los boletos fueron adquiridos por este medio.

Para mi mala suerte sufrí un esguince en el tobillo, y llamé a los teléfonos que me habían proporcionado, con la sorpresa de que no eran los teléfonos del banco emisor de mi tarjeta, sino de Visa, la cual resultó que era la encargada de proporcionar dicho beneficio (lo cual no se encuentra estipulado en los beneficios) y por la manera en la que me atendieron parecía que el trámite no iba a ser fácil, a pesar de que ofrecían 150,000 pesos de respaldo para esto y, de ser necesario, correr con los gastos para regresar a México, a lo cual el representante de Visa me dijo que era prácticamente imposible.

Sin embargo, me proporcionó el nombre y dirección de un hospital al que debería acudir, y resultó que dicho hospital no tenía área de urgencias, por lo que fue necesario encontrar una clínica filial que sí las atendiera.

La política para cubrir los gastos de emergencia es reembolsar el dinero, y empezaron a salir las llamadas “letras pequeñas” las cuales eran inexistentes pero que sí aplicaron, negándose a pagar taxis, medicinas, pronto regreso a México, y la necesidad de cambiar el itinerario del viaje, por la imposibilidad de caminar.

Días después, recibo un correo electrónico de una agencia de seguros, a la que solamente le faltó pedirme mi cartilla de vacunación. La empresa de seguros con la que estoy tratando, aunque tiene sucursales en México, se encuentra en Estados Unidos.

Tanto el Banco emisor, como Visa, me dejaron tratando mi caso con la agencia de seguros de Estados Unidos, por lo que en ningún momento se están haciendo cargo del trámite del beneficio que ofrecen y en estos momentos me encuentro haciendo los trámites ante la aseguradora. Cuestión que informé al Banco, cuyo ejecutivo telefónico (porque no hay con quien tratar el caso en Mérida) me dijo que no podía hacer nada, pero que la llamada se estaba grabando, por lo que seguramente se tomarían cartas en el asunto, cuestión que hasta el momento no ha ocurrido.

He de mencionar que la anualidad de esta tarjeta no es nada económica, pero debido a todos los beneficios que ofrece pensé que valía la pena tenerla. Para asegurarme de que el Banco emisor de la misma cumpla a su pesar las mentiras que ofrece, tomé la decisión de acudir a Condusef para demandar a una institución financiera que se ha lavado las manos y ha dejado en manos de terceros un asunto por el cual deberían responder, siendo que ellos fueron los que otorgaron la tarjeta.

Me imagino que muchas personas como esta servidora han sufrido el mismo mal, motivo por el cual deberían de multar a los bancos que ofrecen beneficios que no cumplen, y que por tanto trámite los tarjetahabientes desisten de exigirlos debido al papeleo y el estómago de aguantar las sugerencias de los ejecutivos de “a ver si se puede” realizar el reembolso. Las tres instituciones a las que me refiero son: BBVA Bancomer y su tarjeta “Platinum” (que debería llamarse chafinium), Visa (que hace todo lo posible por no hacerse cargo de nada) y la Seguros Axxa. Por si esto pudiera ser de utilidad para alguien.

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