El equipo del Laboratorio Urbano de la Universidad Modelo (LUM) sugirió que, como parte de los proyectos que tiene la SCT en algunos puntos conflictivos del Anillo Periférico, se haga una intervención integral y aprovechar la oportunidad para mejorar las condiciones del peatón y ciclistas, así como para el transporte público.
El LUM considera que todas esas obras planteadas por la SCT se construyen únicamente en términos de “eficiencia vehicular” y no en consideración de una conectividad donde se coloque en el centro de la decisión la prevención de muertes y lesiones graves por siniestros viales, pues el Anillo Periférico es la vía “más mortífera” del Estado de Yucatán.
Este equipo, dirigido por la Dra. Silvana Forti e integrado, además, por los diseñadores del hábitat Eduardo Monsreal, Eduardo Pérez y Leticia Torres Mesías Estrada, además de colaboradores también diseñadores del hábitat, Angel Barrera y Salma Ganich, consideró necesario el Distribuidor Vial de Chenkú.
Excelente oportunidad
Sin embargo, apuntó que es importante que en dicho distribuidor se contemplen medidas para garantizar el cruce de peatones a nivel de piso y bahías de ascenso y descenso de pasajeros, ya que muy cerca de ahí hay varias escuelas como el Conalep III, el CEDART y el Campus Poniente del Instituto Tecnológico de Mérida.
“Es una excelente oportunidad para diseñar un cruce seguro bajo el puente para peatones y ciclistas e ir resolviendo progresivamente las inequidades de distribución modal del espacio público”, señalaron.
Con respecto al Distribuidor Vial de Tixcuytún, manifestaron que el LUM tiene sus reservas, ya que consideran que no es de primera prioridad, además de que inducirá el tránsito vehicular, pues más automovilistas verán en la calle 10 como una “alternativa a la García Lavín”.
Esto traerá consigo, en el mediano plazo, la saturación de la calle 10 de Montebello, donde se presentaría el mismo problema de congestionamiento que padece actualmente la avenida García Lavín.
Otro problema que ve con Tixcuytún y otros distribuidores viales es en cuanto a la ubicación y frecuencia de los carriles de incorporación y desincorporación a los cuerpos principales del Anillo Periférico.
“Es momento de colocar en el centro de las decisiones a las personas y sacar a los vehículos del lugar central”, comentaron.
Puntos rojos
El LUM señala varios puntos rojos en diversas salidas del Sur, Oriente y Sur-Poniente, donde no existen cruces seguros para peatones y ciclistas. Con un recorrido en sitio y ubicación de los siniestros reportados en la prensa es posible establecer una relación entre ausencia de cruces seguros y siniestros viales de saldo fatal.
Pueden citarse los casos de la salida de la calle 60 Sur, la entrada al Fraccionamiento Santa Cruz Palomeque, la entrada a la comisaría de Tixcacal, la entrada a Susulá y la entrada a la colonia Tamarindos.
Además, no se toman previsiones respecto a los casos en los que las carreteras atraviesan zonas urbanas o periurbanas, donde hay severos conflictos entre la vocación original de las carreteras (en su momento enfocadas sólo al tránsito de paso como libramientos y vías de circulación continua) y los usos de suelo existentes en su entorno inmediato y en los que resulta muy complicada la presencia de intersecciones y cruces a nivel, como son los casos del Anillo Periférico de Mérida y las carreteras federales Mérida-Progreso, Mérida-Motul, Mérida-Cancún y Mérida-Campeche.
En ese sentido, el LUM sugiere que lo que debe preverse es que los peatones y ciclistas sean los únicos usuarios a los que se les garanticen cruces a nivel de piso en todo proyecto de infraestructura vial, sea en zonas urbanas, periurbanas o rurales.
Recatalogación
Con ello, se dejaría abierta la posibilidad para la construcción de cruces a desnivel en los puntos de las carreteras en donde resulte inevitable la segregación de flujos vehiculares, pero con la condición de que sean los vehículos motorizados que transitan sobre la carretera los que se tomen el esfuerzo mecánico de atravesar la intersección por encima o por debajo del nivel de piso (mediante puentes y túneles vehiculares, respectivamente), preservándose el cruce al nivel de piso para los peatones y ciclistas que transiten en vialidades urbanas de menor jerarquía.
Además, este organismo sugiere que las carreteras federales y estatales deben mantener su función de conectar ciudades y enfocarse al tránsito de paso y viajes de larga distancia (conformado casi en su totalidad por vehículos motorizados) y evitar en la medida de lo posible su interacción con el tránsito local.
En otros casos debe considerarse la recatalogación de algunos tramos de carreteras como vialidades urbanas, sobre todo en aquellos tramos donde se atraviesen asentamientos humanos con alta concentración de personas y efectuar rediseños viales para garantizar el tránsito eficiente y seguro de peatones y ciclistas.
Por último, señala la importancia de que el proyecto de la SCT debería tomar en cuenta la eventual implementación de una ruta de transporte público como el “Circuito Periférico”, previendo espacios adecuados para una posterior construcción de paradas de transporte, los cuales se esperarían que estén ubicados en las inmediaciones de los distribuidores viales.
(David Rico)