–Es muy importante que sepan que cuando ocurre un derrame cerebral tenemos una ventana de tiempo. Si no acuden dentro de las primeras 4 horas a recibir tratamiento en el hospital, ya no podemos destapar ese coágulo que está obstruyendo el cerebro y solamente vamos a lidiar con las secuelas, dijo ayer el Dr. Miguel Angel Valle Murillo, internista y neurólogo del Centro de Especialidades Médicas del Sureste (CEM).
–El término médico es infarto del cerebro, el cual consiste en que un coágulo tapa una arteria o vena del cerebro e interrumpe el flujo de sangre en esa parte del cerebro y un grupo de neuronas comienzan a morir. Los síntomas más importantes que tenemos que recordar son: parálisis de la cara, parálisis de un brazo y problemas para hablar, lo que nosotros identificamos con un acrónimo que se llama “camaleón”, que es debilidad de la cara, debilidad de la mano, alteración del lenguaje.
El 70% de los pacientes sobrevive, o sea, que el 30% muere, y de esos que sobreviven pueden quedar con secuelas como problemas para caminar, que queden en sillas de ruedas, problemas como demencia, básicamente induce una especie como de Alzheimer, pero por embolias cerebrales.
Muy prevenible
–Doctor, ¿se puede prevenir este mal?
–Es muy prevenible. El 80% de los casos se pueden prevenir controlando los factores de riesgo que son presión alta, diabetes descontrolada, colesterol y siguiendo una dieta que ya cada médico le debe recomendar dependiendo de las características del paciente.
–¿Qué es lo que no se debe comer cuando ya se tienen estos riesgos?
–Sobre todo lo que más afecta es lo que pueda subir la presión. Es decir, en este caso los alimentos altos en sal. Ese sería como el foco rojo. De ahí en fuera no tiene ninguna dieta en particular, pero la situación es que ya sabe, la dieta yucateca es rica en grasas, cochinita y demás, entonces sí se recomienda lo menos que se pueda de grasas también.
–¿Las carnes rojas son dañinas?
–Aquí no hay una especificación particular para las personas que padecen de derrame cerebral o están en riesgo. La misma que todos los demás. No se recomienda que sea de todos los días, sino que sea de 2 a 3 días por semana.
–A veces oigo de alguien a quien le duele el brazo o que se le entumió el brazo. ¿Tiene algo que ver con esto?
–Sí, solamente que aquí lo podemos confundir con el infarto del corazón: el infarto del corazón da un dolor, pero tipo como de pesadez, como si le estuvieran aplastando el pecho y se va hacia el brazo izquierdo, nada más hacia el brazo izquierdo. En el caso de la embolia generalmente no duele, cosa que también a nosotros de pronto nos hace pensar que no es una alarma, no es una urgencia, pues no da ningún tipo de dolor. Sí se le puede entumir el brazo, que en este caso puede ser el izquierdo o el derecho, y más que entumir es perder la fuerza, pero como tal no duele. No da ningún tipo de dolor. Lo mismo para la cara, puede ser debilidad de un lado o del otro.
Identificación del derrame
–¿Qué hacen en esos casos?
–Normalmente lo que hacemos, cuando sospechamos que alguien lo tiene, es que nos diga cómo se siente, le preguntamos cuál es su nombre, le pedimos que sonría, que nos muestre una sonrisa grande para ver la simetría de la cara, que levante los dos brazos al frente, que cierre los ojos y vea si uno de los brazos se cae. Y entonces así es como identificamos que puede ser un derrame.
–¿Les da igual a hombres y mujeres?
–Puede ser igual en hombres y mujeres.
–Hay alguna edad de mayor riesgo?
–La edad de riesgo suele ser arriba de los 50, pero la verdad es que cada vez lo vemos en personas más jóvenes, de 30, de 20 años.
–¿Por qué?
–Por los factores de riesgo, pues ya tenemos obesidad infantil, tenemos la situación de la dieta desde toda la vida, entonces por eso lo estamos viendo cada vez en personas más jóvenes.
–¿Algo más que quiera usted decir?
–Pues que creo que es importante que hagamos conciencia de esto porque a pesar de ser algo muy, muy frecuente, desconocemos los síntomas, desconocemos qué hacer, desconocemos que es una verdadera urgencia que se debe tratar prácticamente de forma inmediata, y mientras más rápido reciba tratamiento la persona, es mayor la posibilidad de que quede sin secuelas. Entonces prácticamente hay que salir corriendo, literalmente, al hospital.
Trayectoria
El Dr. Miguel Angel Valle Murillo es egresado de la UNAM en la especialidad de Medicina Interna. Luego estudió Neurología Clínica y finalmente hizo una alta especialidad en lo que es circulación cerebral.
(Roberto López Méndez)