Yucatán

Multitud quemó el Palacio Municipal en 1972

TIZIMIN, Yucatán, 14 de noviembre.- A unos días del 19 de noviembre, fecha que marca la historia de las páginas de Tizimín, cuando una multitud de gente quemó el Palacio Municipal, y recuerdan muchos habitantes este hecho que derivó de la molestia de la ciudadanía por el cambio de sede de las corridas de toros.

Sin embargo, como coloquialmente se dice, las historias se hicieron para contarse, por lo que también relatan testigos presenciales que surgió de un relajo de jóvenes alumnos que se salieron de sus cabales tras haber ingerido bebidas embriagantes transformándose en un acto vandálico.

Tal y como comentó el Mtro. Luis Pérez Salazar, no se descarta el enojo de la ciudadanía por dicha situación y por rencillas políticas. Él comparte que esto sucedió en 1972, cuando dicho grupo de estudiantes, a los que se sumaron adultos, estaban en el parque Juárez esperando la actuación de un grupo musical para la celebración en vísperas del 20 de noviembre, pero éste no llegó; de pronto se enardecieron y empezaron a subirse a los postes mientras coreaban “Sube Pelayo, sube” y amarraban una soga en la parte alta de ellos, se bajaban y empezaban a jalar hasta hacerlos caer, rompieron bancas, tuberías de agua e incluso lazaron la cabeza de la estatua de Juárez hasta literalmente “decapitarlo” y también quitaron la placa de este monumento para resguardarla.

De pronto –narra— salieron a relucir tubos, picos y barretas y se dirigieron hasta la cantina El Chemulpo, forzaron la puerta e ingresaron para vaciarla por completo bebiendo en su mayoría lo que encontraban a su paso, incluidos licores y cervezas, y ya todos ebrios, salieron de este lugar y ya fuera de sus cabales, se dirigieron al palacio municipal.

Entre bulla y gritos de euforia forzaron las cerraduras de la comandancia, donde sacaron las fotografías que allá se encontraban del Gobernador Carlos Loret de Mola Mediz y del Presidente de la República, Luis Echeverría Álvarez, así como rifles y pistolas sin balas jugando con ellas y burlándose de la autoridad para dejarlas tiradas en la calle, después se dirigieron al salón donde ensayaba la banda de música municipal, sacaron los instrumentos y luego fueron al Registro Civil e iniciaron la quema del lugar porque ahí había muchos papeles, muebles de madera y rolos de los que estaban construidos los techos y por desgracia, por segunda vez en la historia se perdió todo el archivo de la ciudad, quedándose mucha gente sin actas de nacimiento, bodas, defunciones y hasta de matrimonios teniendo que sacar nuevos certificados y aunque parezca broma hubo gente que tuvo que volverse a casar.

Después se trasladaron a las diferentes oficinas del palacio, ingresaron a ellas y empezaron a quemar todo, indicando que lo primero que se vino abajo y se consumió fue la torre del reloj hasta ser completamente devorada por el fuego.

“Papeles quemados y chamuscados volaban y se regaban por doquier en el centro de la ciudad y empezaron a reunirse numerosas personas atraídas por la curiosidad, incluso los policías huyeron por temor a ser agredidos”, puntualizó.

La caja fuerte también la sacaron y con barreta intentaron abrirla, pero no pudieron y se quedó en la calle.

Señaló que no fue sino hasta las 3 de la madrugada cuando se apersonaron judiciales y militares, quienes arribaron por orden del Gobernador Carlos Loret de Mola Mediz, quien ofreció venir personalmente a Tizimín; ellos aprehendían a quienes alguien les indicaba que participó en estos actos vandálicos, aunque también perecía gente inocente como campesinos que se dirigían con su machetes o rifles a sus parcelas trasladándolos detenidos hasta la capital del Estado, aunque se sabe que luego en corto tiempo los liberaron.

La reconstrucción del parque Juárez y la construcción del nuevo palacio municipal inicio de manera inmediata a unos días de los hechos, con la presencia de autoridades de México, Yucatán y Tizimín, se realizó una ceremonia de desagravio en honor a Benito Juárez para subsanar la falta de respeto por lo acontecido a este héroe de la patria.

Lo más lamentable es que se haya quemado este edificio que se construyó en 1858, uno de los lugares más emblemáticos y reliquia de nuestro patrimonio histórico y cultural de Tizimín. El nuevo palacio se inauguró en diciembre de 1973.

(Luis Manuel Pech Sánchez)