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Yucatán

Raúl Vela Sosa

La Revolución Mexicana se caracterizó por la confluencia de diversos grupos armados, teniendo cada uno de ellos sus propias visiones y propósitos. En ese proceso, villistas, zapatistas y constitucionalistas se fueron apoderando de territorios donde llegaron a tener total control, y con ello imponer en la población sus formas de convivencia social y económica.

El dictador Victoriano “El Chacal” Huerta confiscó el metal que servía de respaldo a los bancos, emitió papel moneda sin respaldo alguno y en enormes cantidades, por lo cual la moneda oficial perdió valor.

Las empresas, las haciendas y las autoridades regionales empezaron a emitir monedas que ellos se comprometían a respaldas ante la necesidad de tener circulante. Por ello surgió el término de “Dinero de Necesidad”

Una forma de demostrar su influencia hegemónica de los revolucionarios en los territorios dominados, fue la emisión de monedas o impresión de billetes y su circulación obligada y con ello el repudio de otras monedas. Esa estrategia tenía la característica de que el circulante monetario carecía de respaldo bancario o del metal oro, y su efímero valor se soportaba en la fortaleza de los contingentes armados y su permanencia en el territorio dominado. Se usaron plata, bronce, cobre, latón, cartón y barro.

La idea de emitir monedas e imprimir billetes, por parte de los grupos revolucionarios mexicanos, fue por la necesidad de sostener a sus tropas.

Se considera como la primera emisión de moneda revolucionaria, la que fue ordenada acuñar por el general Rafael Buelna, en Sinaloa, en 1913.

Fueron fundidas y algunas reselladas, por tanto son muy escasas.

Moneda zapatista

El Ejército Libertador del Sur inició esta práctica a partir de la emisión de unos “Vales” en el estado de Guerrero y después unos billetes de llamado Banco Revolucionario, con denominaciones de 1, 2, 5, 10 y 20 pesos, fechados entre octubre y noviembre de 1914.

También se sabe de unas emisiones de vales municipales en el territorio zapatista que abarcaba, fundamentalmente el Estado de Morelos y parte de los estados de Puebla, Guerrero, México.

Y monedas

Por un breve periodo de la ocupación del entonces llamado Distrito Federal (Ciudad de México), donde hizo uso de la Casa de Moneda, por lo que en 1915 ordenó la acuñación de monedas de 1 y 2 centavos, que en 1916 la Casa de Moneda de México, tuvo que declarara oficialmente su ilegalidad.

Se acuñaron monedas de 5, 10. 20, 25 y 50 centavos de cobre.

Existe el dato de dos monedas consideradas como raras, emitidas respectivamente en Toluca, una de 5 centavos de material de “cartón”; y otra en Texcoco de 1 centavo, de arcilla (barro rojo).

Monedas de Guerrero, y en diversos municipios de Morelos, Puebla, Estado de México.

La inscripción en las monedas zapatistas era: “Reforma, Libertad, Justicia y Ley”

En diferentes poblaciones se acuñaron monedas, aprovechando el material de las minas, a los joyeros para que elaboraran los troqueles y a los mecánicos de los ingenios azucareros para que las produjeran. (Atlixtac, Chilpancingo, Taxco, Taltizapan, entre otros).

Existe una moneda de 1 peso de plata, fechada en 1916, al que se le conoce como “Peso Plan de Ayala”. Otra como la “Suriana”

La última acuñación de moneda zapatista data de 1917.

Circularon también billetes de 1 peso (Ayotla, Iztapaluca)

El caso Oaxaca

En 1915 el estado de Oaxaca se separa de la República, se declara “Estado Libre y Soberano” y emite sus monedas. Una de ellas de 60 pesos oro, es una de las más importantes y célebres de la revolución. También acuñó monedas de centavos de forma rectangular.

El gobierno soberano de Oaxaca es derrocado cuando las fuerzas Constitucionalistas, toman el Estado.

Moneda de Villa

El general Villa hizo producir y circular billetes y monedas entre 1913 y 1915.

Creó el Banco de Chihuahua, siendo gobernador, y emitió papel moneda de circulación forzosa.

Una de las más famosas es la que lleva la Leyenda “Muera Huerta” (El chacal Huerta decretó que fusilaran al que la tuviera en posesión)

El peso “Bolita”, acuñado por el ejército de Villa

El peso “Dos Caritas”

“La Sábana”

Monedas villistas en los estados dominados: Chihuahua, Durango, Aguascalientes, Jalisco y Zacatecas. En este último Estado, la moneda llevaba grabada la frase “Libertad y Justicia”, en honor a su alianza con Zapata, quien a sus monedas les grababa la frase “Reforma, Libertad, Justicia y Ley”.

En un principio sus monedas tenían la inscripción de Ejército Constitucionalista, cuando aún existía la alianza con Carranza, y después, la inscripción de Ejército del Norte.

El mayor uso de su dinero era para canje de sus billetes con oro para comprar armas en EE UU.

De la Soberana Convención de Aguascalientes

De ella también derivaron billetes y monedas.El Gobierno Convencionista encabezado por Eulalio Gutiérrez, apoyado por el Ejército Libertador del Sur (Zapata) y la División del Norte (Villa), emitió billetes de 50 y 5 centavos y el Ejército Convencionista emitió monedas de cobre de 2 centavos.

En los Territorios Carrancistas o Constitucionalistas

Obregón emitió billetes en los estados de Sonora y Sinaloa, dominados por sus tropas como Ejército del Noroeste.

Carranza imprimió billetes como Gobierno provisional, como Ejército Constitucionalista, y los llamados “Infalsificables”, de poca duración. Carranza fue el que más billetes puso en circulación.

El Carrancismo en Yucatán

Como antecedente tenemos que en Yucatán, el 1 de mayo de 1912, el doctor Cámara Vales, gobernador sustituto de Pino Suárez, creó la Comisión Reguladora del Mercado del Henequén para contrarrestar la influencia de las grandes empresas compradoras norteamericanas. Pero al triunfo del cuartelazo, Victoriano Huerta nombró gobernador a Arcadio Escobedo, Eugenio Rascón y Prisciliano Cortés, sucesivos gobernadores que sólo se dedicaron al pillaje y a la represión.

Los billetes de la Reguladora tenían el respaldo de los ingreso por exportaciones de Henequén, cotizada la libra en oro.

Al triunfo del constitucionalismo, el ingeniero y mayor Eleuterio Avila ocupó la gubernatura del Estado y de inmediato, decretó la cancelación de las deudas que los jornaleros tenían con sus patrones y la absoluta libertad para cambiar de residencia, así como un préstamo forzoso de ocho millones de pesos a los henequeneros; pero ante la presión del grupo de hacendados, que después llamaría el general Alvarado “La Casta Divina”, mediante dos circulares lo nulificó en la práctica. Además, ya no quiso imponer los préstamos que le ordenaba Carranza por temor a este grupo.

En cuanto al préstamo forzoso para financiar al gobierno del “Primer Jefe”, se formalizó mediante decreto publicado en el Diario Oficial del estado número 5178 de fecha 28 de septiembre de 1914, imponiendo un empréstito por 8 millones de pesos , que sería cubierto por los habitantes que tuvieran un capital de más de cien mil pesos, el cual sería destinado “para ayudar al Gobierno de la Nación en la gran obra de pacificación y reconstrucción del país”, haciendo el compromiso en el artículo sexto de dicho decreto, a que el gobierno nacional acordaría la forma y términos en que se efectuaría la devolución, una vez restablecido el orden constitucional.

Pocos meses después de este hecho, el Ministro de Hacienda del Constitucionalismo, Luis Cabrera, había decidido implantar un nuevo impuesto a la venta del henequén yucateco al exterior, a lo que el gobernador Ávila se opuso considerando que los empresarios yucatecos lo rechazarían al calificarlo como un exceso en cuanto a la carga financiera y tributaria acumulada, y se considera que ése fue el motivo de su desavenencia con Carranza y su salida del gobierno del Estado.

Eleuterio Avila fue llamado a Veracruz por Carranza, y sustituido por el general Toribio V. de los Santos, quien puso en vigor el decreto de liberalización de peones, pero no impidió que la tropa a su mando cometiera abusos contra la población, lo cual le restó apoyo del pueblo.

Avila había nombrado comandante militar y presidente municipal de Mérida al coronel Abel Ortiz Argumedo, quien había pertenecido al estado mayor del presidente Porfirio Díaz, y casado con una yucateca, había optado por residir en Yucatán.

Ante un alzamiento en Yucatán, el coronel Ortiz Argumedo, comandante militar de Mérida, se rebeló, obligando hoy al general De los Santos a evacuar la capital de Yucatán. Toma el poder y emite billetes de la Comisión. Recaba oro de los hacendados y abandona Yucatán.

Salvador Alvarado conferencia con Carranza en Veracruz, y es designado Gobernador y Comandante General de Yucatán

Alvarado se encuentra con la Comisión Reguladora, que significaba la primera experiencia concreta de intervención del Estado en el mercado del henequén, había sido creada en circunstancias políticas delicadas y un periodo de gran inestabilidad nacional (1912–1915).

Él la reactivó y reformó, convirtiéndola en una empresa estatal y obligando a todos los hacendados henequeneros a firmar contratos de asociación, que los comprometían a entregar su cosecha a la Comisión. También eliminó las casas exportadoras privadas, concentrando en manos de la Comisión toda la exportación de la fibra para negociar directamente con la International Harvester Company.

El 12 de noviembre de 1915, en materia monetaria, expide el decreto que autorizaba la emisión de un millón de pesos en billetes o cartones a cargo de la Tesorería General del Estado (Billetes de un peso y vales de 10 centavos)

El 3 de mayo 1916, decretaba la utilidad pública la constitución de la “Compañía Fomento del Sureste de México”; así como variados decretos que autorizaban a la Comisión Reguladora del Mercado de Henequén para emitir y poner en circulación diversas cantidades de dinero, de igual manera para la Tesorería General del Estado.

Efectos de la emisión de moneda en demasía por las diversas corrientes revolucionarias, entre 1913 y 1916:

Caída del valor del papel moneda (billete bancario) en México.

Caída del Tipo de Cambio de los billetes mexicanos en el mercado de dinero de Nueva York.

Dispersión en el medio de pago

Cambios en el patrón de compra y de consumo

Desequilibrio financiero y crisis fiscal

Multiplicación de la emisión monetaria

Pérdida de valor del billete bancario

Crecimiento de los precios (carestía)

Devaluación del peso frente al dólar

Recesión

Un cálculo conservador establece que había $ 2 mil 500 millones de pesos (en billetes) en circulación al término de la revolución, sin contar las monedas. Sólo Carranza emitió mil 200 sesenta millones de pesos.

Conferencia impartida en la Academia Liberal de Yucatán.

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