Guen Kelsang Chime, maestra principal del Centro Budista Kadampa (Compasión), relató a POR ESTO! que nació en San Luis Potosí, después vivió en la Ciudad de México y ahí encontró el budismo, que le cambió la vida, porque al conocer las enseñanzas de Buda supo que al pensar en la bondad de los demás uno puede aprender a quererlos en vez de estarse enfocando en sus faltas, en lo que no nos gusta, en lo que nos molesta, y ese, de hecho, es el secreto para empezar a ser mejor.
Dijo también:
–Pensar en su bondad, eso me ayudó a mí mucho a tener una buena relación con mis familiares y a quererlos, aunque no hagan lo que a mí me gusta o lo que a mí me parece correcto. Pues de hecho al apreciar su bondad y que también quieren ser felices y que quieren no sufrir igual que yo, aprendí a quererlos y entonces pude tener una buena relación con mi familia y saber que es muy importante cultivar esas buenas cualidades de amor, de compasión y de paciencia, porque no solo en esta vida es importante sentirnos bien, en realidad pensar en la bondad de los demás nos hace sentir bien de inmediato, sino que también es bueno pensar en nuestras vidas futuras, para las que también necesitamos saber cómo cultivar, y tenemos la oportunidad de cultivar buenos hábitos en esta vida que nos llevaremos después de esta vida a otras vidas.
–Maestra, ese enfoque que nos brinda usted es útil, porque aquí la gente no acostumbra pensar en la bondad de los demás sino en sus faltas y defectos, por eso hay muchas malas interpretaciones y muchas malas intenciones.
–Por eso es bueno escuchar los consejos de Buda, y no se necesita ser budista para beneficiarse, las personas no necesitan cambiar su fe para beneficiarse. Pueden asistir al Centro Budista los domingos. Tenemos una sesión que se llama “Oraciones por la paz en el mundo”, pero es una clase, es decir, van a recibir los consejos de Buda, y pueden animarse porque todo se ve desde un punto de vista positivo: aprender a animarse, aprender a cultivar paz interior, buenas relaciones con los demás, y aquí estamos para servirles.
–¿Tiene costo esa clase?
–Esa clase de los domingos es de aportación voluntaria. Y aquí el Centro Budista está ubicado de manera que se puede acceder en transporte público también; por lo tanto cualquier persona ya sea en un coche o en transporte público se puede llegar.
El poder de la oración
–Maestra, ¿qué podemos hacer para mejorarnos a nosotros mismos?
–Hacer oración es definitivamente para que todos tengamos bienestar, y para que todos tengamos paz en nuestro corazón.
–¿La oración tiene poder?
–La oración tiene mucho poder.
–¿Por qué?
–Porque cambia la apariencia de todos. A veces queremos todo ya hoy en día demasiado rápido, inmediatamente, pero la oración tiene el poder: nos cambia y también en el momento en que la hacemos nos hace sentirnos bien porque estamos teniendo pensamientos positivos y deseando lo mejor a los demás.
–¿Es cierto que hay un rosario budista?
–Sí, tiene 108 cuentas que se usan para recitar mantras u oraciones, como Om Mani Padme Um, que es el Buda de la compasión. El Buda de la compasión Avalokitesvara era un practicante muy puro, y siguiendo las instrucciones de su guía espiritual un día recibió las bendiciones de todos los Budas y se convirtió en el Buda de la compasión con la capacidad de beneficiar a todos los seres.
–¿Cuántos Budas hay?
–Infinitos y todos tenemos la capacidad de convertirnos en uno.
–¿Qué hacen los Budas?
–Dan bendiciones y se manifiestan de diferentes formas para guiar a los seres hacia este estado iluminado.
La muerte en el budismo
–¿Qué piensa el budismo de la muerte?
–Que lo más importante es prepararnos para nuestras vidas futuras, creemos que cuando morimos es la separación permanente del cuerpo y la mente, y experimentamos un nacimiento totalmente nuevo en nuestra siguiente vida. Y lo que vayamos a experimentar en nuestra siguiente vida depende de lo que hayamos sembrado en nuestra mente, por eso es muy importante sembrar sentimientos positivos, buenas intenciones, buenas acciones, evitar dañar y cultivar sabiduría y otras cualidades, por eso les invitamos a venir a conocer las enseñanzas de Buda, para que nuestras vidas futuras sean felices.
–¿Si uno es hombre en esta vida en la siguiente vida qué es?
–Depende, podemos ser mujer, hombre o no necesariamente ser un ser humano.
–¿Puede uno ser un animal irracional en la siguiente vida?
–Sí, sí. En el budismo creemos que sí se puede ser un animal en la siguiente vida.
–¿Entonces puede uno involucionar, es decir, que en vez de avanzar retrocedamos?
–Sí, porque no es por su propio lado que podamos evolucionar, sino que depende de que cualidades cultivamos y de qué actitudes tuvimos.
–¿Si fuimos violentos, malvados o egoístas y ladrones del esfuerzo ajeno, podemos convertirnos en una fiera o un perro, por ejemplo?
–Sí, pero no es un castigo que nos impone nadie, sino es una ley que funciona en la mente y son nuestras experiencias. Las creamos con la mente y son experiencias que nos condicionan.
–O sea, que si actuamos como animales vamos a ir a reencarnar en un animal.
–Sí, puede ser, si no cultivamos cualidades sí, puede ser, la reencarnación entonces es tomar un renacimiento inferior.
–¿Y hay reencarnaciones superiores?
–Sí, como ser humano, y hay otras formas de renacimiento más como semidiós o como Dios, pero no se refiere a dioses creadores, sino son experiencias más placenteras que no están en este plano humano, sino en otros planos. Pero lo más importante es que como seres humanos aunque tengamos sufrimiento podemos aprovechar todas nuestras condiciones para cultivar cualidades internas. Entonces eso es lo importante para nuestras vidas futuras.
–¿Sabe usted, maestra Guen Kelsang Chime, que los mayas creían en la reencarnación?
–¿Sí?
–Sí, casi no se habla de eso por la presión de las religiones oficiales que les impusieron, pero es un dato histórico que los mayas eran creyentes de la reencarnación.
(Roberto López Méndez)