Yucatán

—Jesús no regañó a Zaqueo, Jesús no le reprochó su comportamiento. Simplemente con ese gesto de amor, Zaqueo cambió su corazón, su mentalidad, cambió de vida, dijo ayer Arzobispo de Yucatán, Mons. Gustavo Rodríguez Vega durante la misa episcopal que ofició en catedral.

—El Papa Francisco, añadió, ha estado muy insistente desde que inició su ministerio para que evangelicemos con amor, y no vayamos por ahí con la espada desenvainada queriendo castigar y regañar a todo mundo y condenarlos, sino con amor.

Como decíamos hace dos domingos: demos el amor del Padre a nuestros hermanos, hijos de la santa madre iglesia. Amemos con el amor maternal de la iglesia y provoquemos así la conversión: el cambio de vida.

Hoy más que nunca es necesario tomar la actitud de Jesús para evangelizar y para atraer a los grandes pecadores con la miel del amor y no con la condena de quien se siente seguro por su forma de vivir. Ya en la primera lectura también hablaba de ese amor misericordioso de Dios que está dispuesto con amor a atraer a los más grandes pecadores; esa es la historia de siempre pero todavía no la acabamos de entender.

Que el Señor nos ayude para conocer y gozar su amor y para ayudar a los demás a conocerlo y a gozar”.

También dijo que el Papa Francisco en su Evangelii Gaudium señala el Señor nos llama a gozar de su amor y que eso debe ser la evangelización, una invitación al gozo, por el encuentro o por el reencuentro con el Señor.

—Hay muchísimos bautizados, la inmensa mayoría, que nunca se han encontrado con Cristo y hay otros a los que les hace falta un buen reencuentro; pidamos al Señor para que los bautizados encontremos a Cristo o nos reencontremos con él y que estos jóvenes que hoy se confirman tengan su encuentro con Cristo mediante este sacramento, que no quede solamente en el interés de recibir un papel sino encontrarse deberás con el amor de nuestro señor mediante la acción del Espíritu Santo, concluyó.

(Víctor Lara Martínez)