Eliseo Martín Burgos
El general griego Pelópidas, al despedirse antes de la batalla de Leuctra, su esposa le dijo:
–Prométeme, esposo mío, que cuidarás de ti y que regresarás sano y salvo a tu hogar.
El caudillo, con el semblante descompuesto, respondió:
–Esposa mía, haces mal al pedirme eso; a tu esposo debes pedirle que cuide a sus soldados para que ellos puedan regresar sanos a la patria y abrazar a su mujer. Porque Pelópidas no se sirve de sus hombres, sino que vive para servirles.
Antología del Chascarrillo
Segunda Epoca