El pago de aguinaldos ya fue realizado por la mayor parte de las empresas locales, motivo por el que, a partir de ayer y hasta el 24 de diciembre, se registrará un importante aumento de la actividad comercial, tanto en los establecimientos del Centro de la ciudad como en las principales plazas comerciales, según se pudo constatar durante un recorrido realizado ayer por reporteros del POR ESTO! entre las 9 y las 15 horas.
Desde las ocho de la mañana había una gran cantidad de personas esperando que los empleados de las tiendas subieran las cortinas para poder ingresar y buscar los artículos o productos que requieren para la celebración de la Navidad o del Año Nuevo, con tal de huir de los amontonamientos; esto según nos comentó el maestro Manuel Flores Aguilar, quien, acompañado de su esposa, esperaba a las puertas de una tienda de ropa ubicada en la calle 60 entre 65 y la 63.
La misma imagen se reflejó en los establecimientos de zapatos, de ropa interior, regalos y desde luego en los de juguetes, piñatas y dulcerías; pero las tiendas que más actividad comercial registraron a lo largo del día fueron las ubicadas en la calle ancha del Bazar dedicadas a la venta de artículos pirotécnicos, al grado de que los empleados, por momentos, resultaron insuficientes para atender a las personas que se arremolinaron frente a los mostradores, esperando para poder hacer sus pedidos.
Nada aún de pirotecnia
Cabe mencionar que, a pesar de los 371 permisos que otorgó el Ayuntamiento de Mérida a comerciantes semifijos para la venta de artículos pirotécnicos, hasta ayer no se observó a ese tipo de vendedores en las aceras del primer cuadro de la ciudad, razón por la cual las personas acudieron a los ya establecidos en la calle ancha del Bazar.
Conforme las horas fueron transcurriendo, se fue intensificando la cantidad de personas de invadieron las aceras y calles del primer cuadro de la ciudad, lo que obligó a los agentes de tránsito y patrulleros a emplearse a fondo para poder controlar el flujo vehicular, que por momentos era tan lento que sus ocupantes dejaban solo al conductor y se bajaban a caminar para no perder tanto tiempo.
Mientras tanto, los agentes se comunicaban a través de la comunicación por radio de banda para poder ejercer un mejor control del tráfico vehicular y para evitar que los conductores dejen estacionados sus autos en zonas prohibidas y marcadas con franja amarrilla, toda vez que hubo muchos que no respetaban esa medida y hasta tumbaban los conos que fueron instalados para advertir que no se podían estacionar, por lo que varios fueron infraccionados; pese a ello se negaban a retirarse, con el argumento de sólo tardarían unos minutos.
Hasta los supermercados y tiendas de autoservicio estuvieron invadidos de clientes que buscaban comprar carnes frías, pavos frescos, y todo lo que requieren para la cena del 24 de diciembre y celebrar el nacimiento de Jesús.
Sin apartado en plazas comerciales
Debido a la intensa actividad comercial en todas las tiendas que funcionan en las plazas comerciales, suspendieron el sistema de apartado en la venta de juguetes y pedían a los interesados a que acudieran a dichos establecimientos en busca de los productos que requerían.
De acuerdo con datos recabados, en muchas tiendas comenzó a operar el sistema de apartado desde el mes de septiembre, que permitía “separar” juguetes, ropa, zapatos, artículos para el hogar, etc. con un mínimo enganche del 10 por ciento del valor del producto y cubrir la parte restante en un lapso de tres meses, y en muchos casos hasta el 18 de diciembre.
La lluvia y las ventas
Alrededor de las dos de la tarde se registró un chubasco en el Centro y en algunas colonias del Oriente y Sur de la ciudad, pero ni ese fenómeno evitó que las calles del centro se convirtieran en un enjambre humano, que no respetaba ni los señalamientos de los semáforos y buscaban la manera de cruzar de un lado a otro; otras caminaban por debajo de la banqueta, a sabiendas de que era un grave riesgo y que podrían ser atropelladas.
Tanto en el Pasaje Emilio Seijo como en la Segunda Calle Nueva por momentos no había espacio para caminar y la gente se topaba una con otra; mismas imágenes se observaron sobre la calle 56 entre la 63 y 65, así como en la 60 entre la 67 hasta la 63, de la 65 por 54 hasta la 62, en la 67 y 69 entre la 50 a la 60, de la 60 entre la 71 a la 63, donde los agentes de tránsito cerraban por momentos de tránsito vehicular y los desviaban a otras calles, como una opción para tratar de evitar accidentes.
(Víctor Lara Martínez)