En contraste con los días pasados, en donde las calles del Centro de la ciudad y principales avenidas lucían con tráfico vehicular pesado y gente cargada de artículos para el festejo de Nochebuena, el amanecer de ayer fue de absoluta tranquilidad.
En las avenidas hasta se podía contar los pocos vehículos que transitaban. En la avenida Jacinto Canek, donde pasan tanto transporte urbano como foráneo, ayer en las primeras horas del día fue casi nula, los comercios que se encuentran a lo largo de esta avenida la mayoría no abrieron. El estacionamiento de Plaza Canek, que por lo general está lleno, ayer se encontraba sin vehículos. Soriana, al igual que otros supermercados, abrió hasta las 10 de la mañana.
Los pocos camiones de transporte urbano estaban prácticamente vacíos. En la avenida Itzáes el panorama fue similar, poco tráfico y uno que otro trasnochado.
En las calles del centro en el portal de granos donde siempre hay mucho ruido, puestos ambulantes, y gente yendo y viniendo, no había siquiera un alma en pena; fue hasta avanzada la mañana cuando empezó a cobrar vida el lugar. El pasaje del museo de la ciudad estaba libre de puestos y gente.
Especial reconocimiento merecen trabajadores de las cuadrillas de limpieza del Ayuntamiento de Mérida que, como cada año, desde temprano se pusieron a trabajar para que al despunte del sol, el Centro Histórico estuviera limpio.
Todo desierto
El Paseo de Montejo, la calle 60, el Norte de la ciudad y otros puntos con gran afluencia se veían solitarios.
Personas alcoholizadas que no pudieron llegar a casa se acomodaron en las aceras para descansar, algunos de ellos al despertar reflejaban una mirada desorientada.
El POR ESTO!, fiel a sus lectores, siempre informando de manera oportuna, fue el común denominador de los lectores que buscaban enterarse de las últimas noticias del momento.
Al igual que médicos, enfermeras y prestadores de servicios, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, como siempre, cuidando la seguridad de los yucatecos y auxiliando en situaciones de emergencia.
El Periférico y las entradas a fraccionamientos y comunidades posteriores a él fue de fácil acceso, contrariamente a un día común.
(Fotos y texto: Elena Gómez)