HOMUN, Yucatán, 26 de diciembre.- Con una iglesia repleta hasta los costados, de un pueblo de feligreses católicos, se celebró la misa de Nochebuena, los 2019 años de recordar que el Niño Dios nació para salvar al mundo.
Esta celebración fue oficiada por el sacerdote vicentino Iván Pech, nato de la comunidad y que está de vacaciones, en el pueblo. Al canto de Gloria, una familia se encaminó al altar, para traer a la imagen del Niño Dios, para que ser recostado por el cura, símbolo de que ha nacido el Salvador del mundo.
En la homilía, el clérigo dijo que la lectura de San Lucas no contiene muchos detalles de lo que sucedió esa gran noche, ya que quiere que nos imaginemos cómo sucedió. “Imaginemos una mujer joven, que está esperando un hijo que ya va cumplir los nueve meses de embarazo.
“Y tenía que irse desde Nazaret hasta Belén, no por gusto, y en un burrito, ya que en aquel tiempo no había la comodidad de hoy. Hoy creo que una mujer embarazada no iría a Cancún montado en un burrito.
“María no dudó en ir, acompañar a su esposo, recorriendo ese camino de brecha; eran días de camino y había frío, tenían que prender leña para calentarse un poco en las noches, descansando en el pasto”
“Y llegando a ese pequeño pueblo chiquito, no era Jerusalén la gran ciudad, donde se encontraba el gran templo, la gran Catedral, un templo más enorme que el vaticano. Y todos los que habían nacido allí tenían que regresar para el censo, pero al llegar allí todas las posadas estaban ocupadas, y nadie los quiso recibir, no tenían parientes y amigos allí que les pudiera recibir, me imagino un José pensativo y preocupado por la la situación que pasaban.
“Y María le dijo a su esposo que ya iba a dar a la luz, y estaba preocupado, la desesperación se convirtió en esperanza, ¡Cómo Cristo va nacer en un lugar donde están los animales!, sólo eso les dieron.
“El lugar estaba sucio, con excrementos de los animales, me imagino a un José apurado limpiando el lugar así como el pesebre donde pondrá al niño, que es donde comen los animales, y nos es una cuna de oro.
“Nosotros muchas veces decimos ¡mira qué bonito vemos nuestro nacimiento! Pero allí no es un lugar para que nazca un bebé, era donde ponían los alimentos a los animales, y José apurado para limpiar donde iba a nacer Nuestro Señor.
“Ojalá que este momento lo valoremos, que es difícil para José y María, pero qué gran momento para nosotros, muchos de nosotros no vivimos en un palacio, ¿Por qué Dios no miró hacia arriba para decir ‘voy a nacer en el Palacio de Herodes’.
Cuando llegan los Reyes Magos lo van a buscar al Palacio y no estaba allí. Preguntaron dónde nació el Rey, que ha nacido pero que no está en el Palacio. “No está en el Palacio, ni siguiera en alguna posada, está ¡donde nadie quiere estar, ¿qué significa eso?, que Jesús viene en los más sencillos, a decirnos tú vales mucho.
“Quiere decirnos ‘quiero nacer en tu corazón, y nuestro corazón puede estar igual donde nació Jesús, donde están los animales, la suciedad, la insalubridad, durante cuatro semanas nos fuimos preparando, para limpiar ese lugar donde va a nacer el niño Dios”, concluyó.
Después de la misa el cura invitó a la feligresía que llevó su imagen de Niño Dios acercarse al altar para realizar la aspersión a las imágenes que llevaron los fieles con agua bendita, y luego sacó la que estaba en el pesebre para que toda la gente que quisiera pasara a venerarla.
(Silverio Dzul Chan)