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La Dra. Mireya Lozano, catedrática de la Universidad Central de Venezuela, señaló que toda América Latina vive una sacudida muy fuerte desde el punto de vista social, de reivindicación de derechos, pero esta realidad se ancla en una lógica global, porque a nivel mundial, de Norte a Sur, también se viven situaciones muy graves y críticas, y mucha manifestación social de crisis.

En el marco del Coloquio de la Red Latinoamericana en Movimiento: Miradas psicosociales, que se llevó a cabo en el Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales (Cephcis) de la UNAM, expuso que este contexto de América Latina es parte de una lógica global.

Sin embargo, dijo que en el caso de América Latina los pueblos han ido avanzando y han logrado muchas cosas en la reivindicación de derechos y han avanzado en las transformaciones.

“Creo que sigue la ciudadanía buscando de qué manera hacerse cargo y asumir responsablemente y, además de eso, exigiéndole a los Estados que cumplan. Es un proceso largo y complejo, a veces instrumentado políticamente, pero en esa medida creo que estamos avanzando”, señaló.

“Ciudadanía en tránsito”

Dijo que al respecto de ello se maneja el concepto de “ciudadanía en tránsito”, en el sentido de que “estamos transitando a otras formas de ejercer la ciudadanía y nuestros derechos, y también de hacer y luchar contra la impunidad, pero también no hacernos cómplices de la corrupción”.

En esta realidad, dijo que los partidos, los liderazgos, las formas de organización tradicional no están dando respuestas a la población y la gente no se siente representada por esta forma tradicional y están también buscando nuevas formas de organización.

Alertó, sin embargo, que también se advierte un proceso de polarización en todos los países del mundo.

“Están usando la polarización como instrumento de poder político y control; la polarización política, que empieza confrontando miradas y modelos de sociedades, pero que son instrumentalizados por los líderes a su favor, por los partidos o grupos, y comienzan a generar un impacto psicosocial muy dañino para la población, porque hay división y se daña profundo, se fractura el tejido social, la identidad social se afecta y hay consecuencias porque termina en violencia”, expuso.

“Es importante seguir defendiendo esos derechos, pero que tampoco se utilicen políticamente porque hacen daño. Hay que estar muy alertas que esa lucha y reivindicación no sea usada políticamente por un bando u otro a su favor, porque con ello se invisibilizan las luchas de los sectores sociales de todos los niveles, no sólo los sectores populares, excluidos, etc.”, agregó.

Expuso que se trabaja desde diferentes campos en la Red Latinoamericana en Movimiento para ver qué está pasando en la psicología colectiva, cuáles son estos malestares y cómo los están procesando y están dando cauce al malestar social y reivindicación de derecho.

“Es un proceso de transformación y resistencia que hay en América Latina y es una responsabilidad profesional, ética y, como ciudadanos de diferentes espacios de trabajo, ver qué está pasando y tratar de comprenderlo y ofrecer algunos intentos de esta comprensión para que sean útiles a la gente y de qué manera podemos apoyar desde nuestra disciplina”, finalizó.

(David Rico)

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