Yo quiero un México unido

Pilar Faller Menéndez

Yo quisiera un México unido, en donde exista la libertad de ser diferentes y que estas diferencias sean respetadas por los demás, en donde las marchas de inconformidad no sean reprimidas cuando éstas sean pacíficas y la gente pueda expresar su descontento hacia lo que esté ocurriendo.

En donde la gente no sea apática ante lo que sucede, sea propositiva, en donde nuestra intención salga de lo profundo porque queremos un México mejor, y que estas manifestaciones sean tomadas en cuenta, aun cuando sean críticas contra medidas tomadas por el Gobierno.

En donde no nos dividamos entre chairos y fifís, y nos reconozcamos como lo que somos: mexicanos en busca de construir un mejor país para vivir, en donde no existan tribus partidarias con la consigna de desearle un mal a nadie ni sembrar odio, y aceptar que estamos viviendo tiempos desconocidos por el surgimiento de una oposición que no se encuentra en el bipartidismo que estábamos acostumbrados.

En el que no exijamos lo que anteriormente no hicimos, porque una mayoría que no fuimos nosotros haya logrado hacerse oír. En donde no condenemos antes de tiempo y esperemos los resultados para juzgar si vamos por buen camino o no. En donde los ánimos no decaigan ni se vuelvan pesimistas, porque todavía falta un camino por recorrer.

En donde no se pretenda cambiar la mentalidad de nadie, pero al mismo tiempo, hacer un llamado a la unidad, no para estar de acuerdo con nadie, sino para sentirnos parte del todo que conforma un país, un México pacífico que despierta y busca un camino para poder salir adelante

Probablemente esto que yo quiero no sea compartido por muchos y algunas veces yo haya sido intolerante ante el pesimismo que percibo. Todos estamos montados en un caballo al que debemos llevar por un mismo camino: la democracia, en la cual defendamos la soberanía del pueblo, y controlemos a los gobernantes que por derecho ha elegido un pueblo en todos los niveles: municipal, estatal y federal.

En donde luchemos por los derechos humanos de todos y no solamente por nuestros intereses, en donde podamos exigir un bienestar común desde la trinchera en la que nos encontremos, y que nuestras críticas y desacuerdos no sean contra las personas que piensan diferente a nosotros, sino que vayan encaminadas a las políticas y decisiones que se están tomando, sin el miedo a ser reprimidos. Este es un derecho y una libertad que tenemos y que muchas veces no ejercemos porque muchas veces hemos sido callados y sometidos por haber sido valientes y expresarnos.

No todo es bueno, ni tampoco malo, pongamos en una balanza justa lo que realmente nos está afectando, sin criticar al de al lado, porque es necesario unir fuerzas, que se vean reflejadas en nuestros actos, en nuestra voluntad de ser mejores ante tiempos adversos, muchos de los cuales no han sido más que la culpa de la corrupción que queremos erradicar. Ese es el México que yo quiero. ¿Qué México quieres tú?