Víctor Salas
Antes fueron el grupo Cecilio Chí, más adelante Son como Son, y ahora Yahal Cab. En sus inicios tocaban música latinoamericana. Luego comenzaron los acercamientos con los instrumentos cubanos, hasta que se integraron a ellos músicos de la isla de Cuba. El primero fue Lázaro González y hoy, tienen a un trompetista y a un percusionista, del mismo origen, entre sus integrantes formales.
El sonido de esta fusión es alegre, brillante y de mucha calidad. A toda esta historia, la noche del 28 de diciembre, se sumó la enorme figura, la voz y las letras troveras de Jorge Buenfil, para desarrollar el espectáculo musical titulado Yucaribe.
Durante casi noventa minutos, en el auditorio del Centro Cultural Olimpo, escuchamos la fusión completa, algo que Buenfil había soñado y planeado con Ricardo Vega, al calor de las cervezas, hasta que al fin apareció un patrocinador y el proyecto cobró vida en un disco, cuyo material nos dieron a conocer en el momento señalado.
Jorge Buenfil siempre tiene la generosidad de hablar, recordar y cantar obras de Pastor Cervera y Juan Acereto, quizá los trovadores menos ponderados en nuestra tierra, donde el predominio lo mantienen los tres históricos de nuestra música vernácula. Jorge hace confesión de fe a estos trovadores modernos y nos deleita con canciones de ellos. Una fue “Juanito el Pescador”, evidentemente dedicada al señor Acereto, y la otra “En Espera de Ti”. En esta canción, todos los músicos salen del escenario y dejan solo a Jorge Buenfil, para cantar acompañado de la guitarra de Cecilio Perera, lo que fue otro momento cumbre del concierto.
Todos en la sala estaban muy a gusto, haciendo “sha, sha, sha”, con las palmas y moviéndose al ritmo de la música de Yahal Kab.
Al parecer, todo ello fue idea de Jorge Buenfil y quiso realizarla, aquí, en su tierra y entre su gente, en la víspera de un cumpleaños más de Mérida, La novia del Sol, según una canción interpretada por el grupo.
Algo muy agradable fue descubrir la honestidad y la sinceridad de todos los de Yahal Kab. Eso crea una relación muy particular entre el público y los artistas. Ellos están despojados de cualquier ínfula, eso se siente y se agradece.
Ricardo Vega Díaz es el director y arreglista, además de vocalista y tocador del tres cubano. Ricardo Vega Ojeda, su hijo, toca el bajo. Otro Vega, Alvaro, es un excelente flautista y con su instrumento pone sal al son. Isaías Soto, conguero; Franklyn Brooks, trompetista, y Lázaro González, excelente cantante, son cubanos. Efrén Magaña e Ignacio Soto son de la entidad, que al fin y al cabo por donde se le mire, baña el mismo mar, a estas tierras.
Un agradecimiento particular recibió el alcalde de la ciudad de Mérida, Renán Barrera Concha, y otro muy especial, Irving Berlín Villafaña, director de Cultura del Ayuntamiento de Mérida.