A ese muñeco atado de espaldas a un poste de luz le tenían puesto una cara sonriente. El sol del atardecer le daba en la espalda. El cronista se acercó, lo palpó y se le hizo algo raro.
–Es que no tiene “bombitas”. No lo puedo vender con “bombitas”, a cada rato pasan los inspectores y acercan un perro a olerlos, si detecta que tiene petardos me lo quitan y ya no tengo con qué ganarme la vida –dijo el señor que los comerciaba.
–Y entonces, ¿cuánto vale sin “bombitas”?
–A 200 pesitos. ¿Lo vas a llevar? Dale, de una vez, se están vendiendo como pan caliente.
–No lo voy a llevar, en realidad soy un reportero de POR ESTO! y estoy haciendo mi nota de los viejos que se queman el 31 de diciembre o en los primeros minutos del 1 de enero.
Apenas escuchó que su interlocutor era periodista, como que se alejó. Tuvo la excusa perfecta, descargar los demás muñecos del triciclo.
–…¿Sabes una cosa? En realidad ha estado baja la venta… Yo espero que en la noche se animen o mañana. Mañana voy a venir todo el día.
–Y si lo vendes sin “bombitas”, ¿cómo se las meto?
–Por el cu… ¡ja, ja, ja! No. Ya. En serio, le abres acá la camisa o acá en el pantalón y las vas deslizando hasta que se rellene el espacio.
No miden el peligro
Un muñeco sin petardos cuesta 200 pesos, pero con el material explosivo alcanza los 500 pesos. La gente los quema cerca de la medianoche, al sonar las doce campanadas del nuevo año, por lo general en medio de la calle o en las esquinas de los fraccionamientos y en no pocas ocasiones no mide el peligro que eso representa. El reportero ha observado más de un incendio y más de un siniestro peligroso por esos hechos.
Por ese motivo, la Unidad Estatal de Protección Civil recomienda sólo quemar o usar pirotecnia a unos ocho metros de los espectadores, que no sean los menores los que lo manipulen (este punto, en realidad, a nadie le importa, es más, a quien no le haya estallado una bombilla en las manos, no fue niños o niña nunca).
Se pide al usuario comprarla sólo en sitios especializados y autorizados, que tengan extinguidor y permisos a la vista, piden que se adquieran más que nada juegos de luces pequeños. Si se presentan quemaduras, llamar de inmediato al 911, acudir a emergencias y no usar pasta dental, sino agua fresca con un trapo húmedo.
Además, si no es juguetería pirotécnica y la compra excede los 10 kilos, para eso se necesita un permiso especial de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Operativo
Ayer se realizó un operativo por varios puntos de venta de pirotecnia en el que estuvo presente el director de la Coordinación Estatal de Protección Civil, Enrique Alcocer Basto, para detectar y corregir situaciones que pudieran poner en riesgo la integridad de las personas en cuanto al manejo de la pirotecnia.
Ese operativo de vigilancia, de la Coordinación Estatal de Protección Civil (Procivy), se mantendrá durante las festividades de fin de año, informó Alcocer Basto, quien agregó que para garantizar una correcta manipulación de dichos materiales, se realizará inspecciones en los puestos de venta ubicados en diferentes sitios, para corroborar que se está siguiendo con las disposiciones y las normas que han dictaminado las instituciones reguladoras de estos productos.
Comentó que hasta el momento no se ha detectado ninguna irregularidad en los puntos de venta y recordó que las visitas se están haciendo en Mérida y los municipios que así se considere, y en ellas participan elementos y vehículos de Procivy, Guardia Nacional (GN), de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y las Policías Municipales.
El funcionario recordó que las personas sólo pueden adquirir juguetería pirotécnica, que se refiere a artificios pequeños de poco riesgo, y su compra y encendido debe ser por un adulto. Ante cualquier incidente o anomalía, se puede reportar al número de emergencias 911.
(Rafael Gómez Chi)