Por Pilar Faller Menéndez
Celebrar los Días Internacionales es una oportunidad de sensibilizar a la gente sobre temas de interés como los derechos humanos, el desarrollo sostenible o la salud. También pretenden hacer un llamado a la atención a los medios de comunicación a fin de que éstos señalen a la opinión pública los problemas que no han sido resueltos. Es un llamado a los gobiernos para tomar medidas, y que los ciudadanos conozcan mejor las problemáticas, a fin de exigir a sus representantes que actúen.
En 1992 la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante la resolución 47/3 declaró el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, con el objetivo de promover sus derechos y su bienestar en todos los ámbitos de la sociedad y el desarrollo, y crear conciencia sobre la situación que viven tanto en la vida política, social, económica y cultural. Aproximadamente el 15% de la población mundial tiene alguna discapacidad.
Se tomó como base muchos años de trabajo que las Naciones Unidas han realizado en el área de las discapacidades. La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, la cual se aprobó en 2006, ha logrado más avances en los derechos y el bienestar de estas personas en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, así como en otros marcos de desarrollo internacionales como lo son el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres, la Carta sobre la Inclusión de las Personas con Discapacidad en la Acción Humanitaria, la Nueva Agenda Urbana, así como la Agenda de Acción de Addis Abeba sobre la Financiación para el Desarrollo.
El presente año, el Día de las Personas con Discapacidad, estará centrado en el empoderamiento de estas personas para participar en un desarrollo inclusivo, equitativo y sostenible, como se pidió en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la cual se compromete a “no dejar a nadie atrás” y considerar la discapacidad como una cuestión transversal en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que se implementaron. En estos Objetivos se hace referencia a la discapacidad, sobre todo a lo concerniente a la educación, crecimiento económico y el empleo, así como la desigualdad y la accesibilidad de los asentamientos humanos.
En México, 25 de cada 100 personas discapacitadas han sido discriminadas, tanto en la calle, como en el transporte público, servicios médicos y en sus mismas familias, al menos una vez en el año, la más alta de todos los grupos vulnerables. En lo referente al ámbito laboral, son más susceptibles a no tener empleo o trabajar en condiciones de desprotección.
En México aproximadamente 7.1 millones de personas sufren alguna discapacidad, lo que representa el 6% de la población total. A pesar de los esfuerzos que realizan el país y las organizaciones internacionales para erradicar la discriminación a este grupo, continúan siendo uno de los más rezagados y vulnerables en los ámbitos sociales y económicos. De cada 100 personas con discapacidad, mayores de edad, solamente 40 participan en actividades económicas, lo que representa una segregación de acceso al empleo. El 73.5% de los hombres con algún tipo de discapacidad entre los 30 y 59 años, mantienen una actividad económica. El grupo más afectado, son las mujeres mayores de 60 años, con una participación de apenas el 14.9%, según datos del Inegi.
De cada 100 personas con alguna discapacidad auditiva, o en el habla, solamente 19 son asalariados, en cuanto a los que presentan una discapacidad motriz, la cifra disminuye a 14 de cada 100. La discapacidad más castigada, es la cognitiva o mental con 13 de cada 100 personas en esta situación.
El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) realizó un informe el cual reflejó las injusticias que viven los discapacitados. Un ejemplo de ello es que aquellos que presentan una discapacidad motriz, presentan un riesgo 11% mayor de no gozar vacaciones pagadas, en comparación con las personas que no sufren ninguna discapacidad. El 13% de las personas con limitaciones visuales, corren el riesgo de no recibir seguro médico, y el 25% de quienes sufren discapacidad múltiple tienen mayor posibilidad de no contar con un contrato escrito, vacaciones pagadas y un seguro médico.
Conapred, de acuerdo a un texto, señala que las políticas públicas que tienen como objetivo combatir la discriminación, no deben limitarse solamente a garantizar sus derechos, deben también contemplar a este grupo en las decisiones y planes económicos y sociales, ya que esto es determinante para ir cerrando brechas para conseguir un bienestar general.