Un paranoico acomplejado

Eliseo Martín Burgos

En su IV Informe, el primero de septiembre de 1968, el presidente Díaz Ordaz, afirmó:

-Hemos sido tolerantes hasta extremos criticados, pero todo tiene un límite.

El 18 del mismo mes. El Ejército invade la Ciudad Universitaria y detiene a 1,500 personas. Ante las monumentales manifestaciones estudiantiles, anota en su Diario, según Enrique Krauze en “La Presidencia Imperial”.

-¿Juventud? Esos hijos de la chingada no son juventud ni son nada. Parásitos chupasangre, pedigüeños, cínicos, analfabetas… ¡Carroña!, y ni siquiera tienen huevos para enfrentarse de veras, para dar lo que llaman su batalla. ¡Su batalla! ¡Hijos!... ¡Hijos!...

Así pensaba un paranoico y expresa sus corajes, fue uno de los presidentes de la República con las manos manchadas por la sangre de los jóvenes patriotas, víctimas de la sinrazón.

Antología del Chascarrillo

Segunda Epoca