Pescadores exigen seguridad en el mar

Esa debe ser la prioridad del gobierno, resaltan

SAN FELIPE.– “Lo que se necesita es seguridad, hay mucho robo, se llevan motores, lanchas; no hay seguridad en el mar, hay furtivismo; de qué sirve estar en veda y cuidar, si se lo vienen a llevar otros; ya los vimos que andan buceando; vigilancia es lo que se necesita”, respondió Francisco Román Díaz Conde al encuestador de la Secretaría de Pesca y Acuacultura en Yucatán durante el Censo de Pescadores que se llevó a cabo ayer en este puerto.

Al igual que Díaz Conde, cientos de hombres de mar en San Felipe y Río Lagartos fueron censados por el Gobierno del Estado y, además de proporcionar todos sus datos personales, incluido su apodo, resaltaron lo que para ellos es prioritario que atienda el Ejecutivo estatal: la seguridad.

Los encuestadores, con tabletas electrónicas en mano, preguntaban a los pescadores su dirección, nombre, fecha de nacimiento, apodo y les tomaban la foto; asimismo, anotaban su lugar de nacimiento y número de dependientes económicos hasta llegar a la pregunta: “En qué cree que debe poner prioridad o atención urgente el Gobernador Mauricio Vila en estos momentos: la pobreza, los caminos, trabajo, salud, medicinas, educación....”

Aunque en las opciones de respuesta de la pregunta no venía incluida la seguridad en puertos y mares, los pescadores externaron recurrentemente que la prioridad del Ejecutivo estatal debe ser poner un alto a los robos, a la inseguridad, a la pesca furtiva, al desorden pesquero, que sin reparo denunciaron uno a uno los pescadores.

POR ESTO! presenció ayer el censo en este puerto de San Felipe y en Río Lagartos y acompañó al pescador Francisco Román Díaz Conde, alias “La Boa”, en el trámite.

“Ya nos cansa”

“Está bien que se haga este censo, que pregunten todo, me parece muy bien porque así sabemos quiénes somos; de toda mi vida he sido pescador, desde chamaco, mi vida es el mar y mi familia se debe al mar, y ahora hay mucho furtivo, gente que no es de acá, que la traen los permisionarios y empiezan a sacar lo que está en veda. Nosotros cuidamos y ellos depredan, eso perjudica, ya nos cansa eso, por eso ya en las cooperativas nos estamos organizando.

“Acá la veda de langosta es adelantada, ahorita hay veda de todo, sólo se puede usar la red y el acuerdo es que no hay un solo compresor en las lanchas, ¿y cómo es que cuando salimos se escuchan compresores de lanchas que salen de Dzilam de Bravo? Están buceando en nuestras aguas y se están llevando la langosta y los meros, ya está requete reportado, denunciado, las autoridades lo saben, ¿y dónde están, qué han hecho?”, cuestionó el hombre de mar.

Describió que, a 25 millas al Poniente, llegan los furtivos con compresores y también que los ribereños del litoral Oriente se están organizando para impedir que operen.

POR ESTO! publicó hace 2 años que en estos puertos pesqueros del Oriente, los pescadores expulsaron a los llamados “foráneos”, que eran pescadores de otras partes del país, que llegaron contratados por permisionarios para capturar el pepino de mar y se quedaron a vivir allí.

Años antes, en esta misma zona, los pescadores pusieron freno, por mano propia, a los pescadores furtivos que no respetaban las vedas, debido a la actitud omisa de la autoridad.

Ahora, aprovechan el Censo de Pescadores 2019 para abordar nuevamente el problema y la inquietud por la ausencia de acciones de los gobiernos.

El censo

En los bajos del Palacio Municipal de San Felipe y Río Lagartos se hizo ayer el censo, que aunque implicaba una larga fila y un trámite de casi 3 horas, los pescadores se mostraron dispuestos, pues aseguran que hay “muchos que están en el padrón y que no son pescadores”.

A pesar del sol y la larga espera, los hombres de mar se mostraron pacientes e incluso bromeaban entre ellos.

El primer paso era enterarse de todas las preguntas que les harían, para llevar todos los documentos necesarios, ya que no es suficiente sólo llevar la credencial oficial.

“Llegué a las 8 de la mañana a enterarme qué se pedía para no andar dando vueltas y ya estaban acá con las mesas los del gobierno, unos pagan el apoyo de los jornales y otros toman los datos”, relató Díaz Conde, uno de los 557 pescadores enlistados en el padrón de pescadores en San Felipe.

El primer contacto es con los encuestadores, que eran 10 jóvenes con tabletas electrónicas en mano, que preguntaban nombre, dirección, fecha de nacimiento, apodo, lugar de origen, dependientes económicos, teléfono, estado civil, responsabilidad (patrón, tripulante...), tiempo viviendo en el puerto, si tiene lancha, si tienen actividad adicional, el nombre de la lancha, el número de matrícula, si tiene permiso, el color, tamaño de lancha, motor, modelo, marca, número de permiso, número de pescadores en la lancha, pesquerías que trabajan, si es permisionario, trabajador o cooperativista, y su opinión en cuanto a qué prioridades deba atender el Gobernador.

Luego de las preguntas, todos los pescadores posaron para la cámara de la tableta electrónica, momento en el que los chiflidos, bromas y gritos se dejaban escuchar por parte de sus compañeros, pero los hombres de mar no se intimidaban y sonreían a la cámara, como fue el caso de José Santiago Pacheco, “El Mulix”, en Río Lagartos.

Los apodos

Otro momento de bromas y risas eran los apodos: “¡Ah, su…! hasta el apodo, Franky”, se reían entre ellos los hombres de mar.

“Estamos de broma, pero finalmente está re bien que se haga este censo, porque hay muchos, muchos que merecen estar en el padrón y no están, y hay otros más que ni pescadores son y cobran”, dijeron los hombres de mar.

Luego del censo, los pescadores hacían una segunda fila para firmar un oficio de que fueron censados, poner su nombre, apodo y firma. Díaz Conde, después del censo, recibió un papel y realizó una tercera fila para entregar copia de sus documentos, el INE, comprobante de domicilio y el del jornal realizado, volvió a firmar de entregado e inició una cuarta fila para que le colocaran el sello de que cobraría la segunda quincena del apoyo.

Finalmente se formó en la quinta fila, donde entregó todos los papeles sellados, el papel del censo y por fin recibió su sobre con el dinero y el vale para ir por las despensas.

Les entregaron dos despensas a cada pescador.

El movimiento y la actividad eran evidentes en los palacios municipales, en tanto que en la ría las lanchas permanecían amarradas por las vedas y sólo los pelícanos se dejaban ver en algunas de ellas.

En tiempo real

En Río Lagartos el padrón era de 621 pescadores y los que levantaban el censo eran 13 jóvenes, cada uno con una tableta electrónica. Todos ellos son trabajadores de la Secretaría de Pesca del Gobierno del Estado, apoyados por otras dependencias, y acuden entre 10 y 13 personas, según el padrón en cada puerto.

De acuerdo con información de los encuestadores, cada tableta electrónica tiene un formato y cada respuesta de los pescadores se concentra en una plataforma única que va agrupando toda la información en tiempo real y la cruza con el padrón original, por lo que es imposible hacer “chafa”.

Las autoridades con acceso a la plataforma registran en tiempo real el avance del censo, las respuestas y toda la información que servirá para reordenar la actividad.

El censo comenzó el lunes en Progreso y ayer les tocó a los puertos del Oriente.

Adicionalmente están las personas que hacen el pago a los pescadores y los que entregan las despensas.

Pesado

Para algunos pescadores resultó “pesado” acudir al puerto a cobrar, hacer el jornal y censarse, ya que son originarios de municipios cercanos. “Todo el tiempo íbamos a Dzilam Bravo a cobrar, nos queda más cerca, porque somos de Buctztoz, pero ahora no sé por qué nos mandaron hasta acá en San Felipe, nos queda muy lejos, pagamos el viaje cada vez que hay que cobrar. Está bien el censo, pero no que vengamos hasta acá, está pesado”, relató Lino Pool Núñez.

El censo continúa esta semana y aún falta un mes de veda del mero, la cual concluye el 31 de marzo.

(Verónica Martínez)