Yucatán

Refrendan fe a la Virgen de la Candelaria

MANI, Yucatán, 2 de febrero.- “Que esa luz de Cristo se prolongue a lo largo de tu vida, la ilumine y te ayude a dar un buen testimonio”, exhortó el Pbro. Humberto Tun Balam, al celebrar la misa con motivo de la fiesta litúrgica de la Virgen de la Candelaria.

Las festividades religiosas en decoro a la Venerada llegaron a su cúspide el día de ayer con la tradicional misa y procesión de la Santísima Virgen, como una muestra de fe, devoción y gratitud del centenar de feligreses de la comunidad.

La tarde del sábado, el Pbro. Tun Balam ofició la misa en la explanada del parque de la Candelaria, con la asistencia y participación de cientos de fieles católicos de la comunidad que, como cada año, refrendaron su ferviente devoción.

En la celebración, el párroco compartió que la luz de la fe de Cristo, le brindará a la feligresía la capacidad de caminar en medio de tanta oscuridad: “hay tantas personas en el mundo que necesitan cada día de la luz de Jesucristo Nuestro Señor”, refirió.

“Hoy que celebramos a la Virgen de la Candelaria, se enciende la luz de la fe para que no caigamos en las cosas que van en contra de Dios. Al celebrar pedimos que venga a nosotros la luz para poder apagar los fuegos del mal que a veces existen en nuestras vidas”, manifestó.

En la recta final de la celebración, el sacerdote efectuó el rito de la bendición de velas de los niños y adultos, de ahí el nombre de la “Fiesta de las Candelas” o “Día de la Candelaria”.

“Vamos a bendecir las velas y ojalá que esa luz de Cristo se prolongue a lo largo de tu vida. Hoy se enciende la fe para que vivamos en armonía siendo la luz de Cristo en todos los lugares en donde nos encontremos”, culminó.

Posteriormente, bajo un cielo radiante, decenas de fieles católicos emprendieron el recorrido por las calles de la comunidad, amenizado por las melodías de los grupos musicales y demás cánticos en decoro a la Venerada.

La procesión estuvo encabezada por la efigie de la Santísima Virgen María en su advocación de la Candelaria, que para la ocasión portó un elegante atuendo, reposando en un aposento ornamentado de flores naturales.

Durante el recorrido, se observó la alegría de los católicos al participar en la celebración anual. Pese al radiante sol, numerosas personas de todas las edades e incluso familias enteras acompañaron a la Venerada hasta el centro de la comunidad.

Para la ocasión, la efigie fue cargada por fieles creyentes masculinos, mientras el sonido de los voladores marcaba la prominencia y solemnidad del acto. A la caminata de fe también se unió el sacerdote y las mujeres portando el traje regional.

La concurrida procesión culminó en las inmediaciones de la capilla de la Candelaria, donde los fieles veneraron a la Virgen con muestras de cariño y respeto. Con ello, finalizaron las actividades religiosas en honor a la Venerada.

(Carlos Ek Uc)