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Yucatán

Aun teniendo familia se puede servir a Dios

Los próximos días 10, 17 y 24 de este mes, el Arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, conferirá el Ministerio del Acolitado a Lorenzo Eulogio Solís Loeza, Miguel Angel Peraza Padilla y Luis Domingo Flores Zamora, quienes han dado un paso adelante a través del servicio al pueblo de Dios.

Lorenzo Eulogio Solís Loeza ha participado como orador nocturno por 10 años, catequista otros 10 años, 25 años en el coro, apoyando la fundación de un coro de niños. Ministro extraordinario de la Sagrada Comunión por 6 años, apoyo en la formación del equipo motor de Pastoral Social parroquial.

¿Qué representa para usted este nuevo paso al servicio del pueblo de Dios?

“Estoy consciente de que es un compromiso, más que nada agradeciendo a Dios porque Él ha sido muy generoso conmigo y con mi familia, entonces, el estar en este servicio es devolverle una migaja de lo que nos regala, yo así lo siento”.

¿Qué implica esta responsabilidad?

“Dar testimonio de que, aun teniendo familia, puedes servir a la Iglesia”.

¿Hacia dónde se enfocan las actividades que va a realizar?

“Ahorita en el acolitado estás enfocado más al altar, de hecho vamos a recibir una investidura que es el alba con el símbolo con el cual ya podemos ayudar al sacerdote en algunas partes de la misa, manejar el libro en el caso del cirial, la cruz procesional, el vestir la credensa, también antes del ofertorio preparar los dones, después de la comunión purificar los vasos sagrados, llevar la comunión a los enfermos, también exponer al Santísimo, reservarlo, no podemos dar la bendición con el Santísimo, eso sería lo que un acólito puede hacer”.

Por su parte, Miguel Angel Peraza Padilla habló sobre su proceso de preparación en la Escuela de Diaconado Permanente Arquidiócesis de Yucatán. Lleva 16 años en el Movimiento Familiar Cristiano, cuatro años en el Círculo de Novios; ha sido Ministro Extraordinario de la Sagrada Comunión 12 años, ha servido en la Pastoral Vocacional y Pastoral de Monaguillos un año y medio. Es asignado a la parroquia de Santa María de Guadalupe de Cordemex en año pastoral, por lo que tendrá su ceremonia el 24 de febrero a las 19:00 horas.

“Tú sigue, continúa”

“Estuvimos en todo el proceso de preparación casi siete años”.

¿Cómo combina esta carrera con una vida familiar?.

“Mi familia está a gusto, no dejo de cumplir con mis obligaciones y, cuando he titubeado, mi familia me ha apoyado, son dos situaciones, una en que dejé la escuela por 15 días, yo le decía a mi familia que ya no los atendía a ellos y me respondieron: “Papá, por nosotros no te preocupes, si esto te hace feliz tú sigue, continúa”, y tuve una dirección espiritual y a los 15 días regresé a la escuela y, hace poco, en diciembre pasado que en el trabajo estaba yo muy complicado y con las actividades de la parroquia, igual yo les dije: “Ustedes salen a pasear, qué días van a salir conmigo, por qué no es tal fecha para que salgan conmigo”, y me contesta mi hija: “Papá, esa es la vida que tú escogiste vivir”. Entonces, con eso no solamente me respaldan y sé al mismo tiempo que mi tarea en el hogar también la estoy cumpliendo, entonces, para mí ese también es motivo de felicidad porque sé que ellos entienden esta vocación que en este momento deseo al final dar a la Iglesia, darle a Dios que es el servicio a la caridad”.

Incompatibilidad

Sobre este mismo tema, don Luis Domingo Flores Zamora dijo que ya llevaba cinco años trabajando con una estabilidad emocional, con una comodidad intelectual y, en ese momento, sabía que debía estudiar o comprometerse más con la Iglesia, ya que ambos no son compatibles.

Don Luis ha participado 3 años en el Círculo de Novios, ha dado pláticas prematrimoniales otros 3 años, 8 años como orador en la Capilla de Adoración Perpetua (Fátima) y Ministro de la Sagrada Comunión 5 años.

“Hicimos un apostolado en la Iglesia mi esposa y yo y, por la salud de ella, yo sentía que mi servicio a la Iglesia estaba muy mediocre, escuché una reflexión de un diácono que estaba cumpliendo un aniversario donde nos decía que todos los católicos debemos de vivir todos los días comprometidos con la Iglesia, estar pendientes de nuestra comunidad, del párroco y yo, como Ministro de la Eucaristía hacía mi tarea, mi misa, mis enfermos y jala, y yo sentía que eso no estaba bien, surgió la idea de la escuela, platiqué con mi párroco y me dijo que era un periodo de preparación y que el Señor me iba a ayudar a discernir. Lo hablé con mi esposa y mis hijos cuando estaban solteros los tres y pues hasta ahorita el Señor dice que debemos de servirle y ahorita mis tres hijos están casados”.

¿Cuál ha sido la experiencia más difícil que ha tenido en toda esta trayectoria?

“Yo creo que el tema que más me confronta a mí es el de la obediencia, porque hemos oído conversaciones de experiencias de hermanos diáconos que se ven en situaciones donde la obediencia y la humildad son una gracia muy importante para ser un servidor, y sobre todo como el diácono que es Cristo Servidor, yo sé que por mis propias fuerzas no podía dar ese nivel de obediencia, entonces confío en la gracia del Señor y la paciencia de la Iglesia para que yo pueda ser un servidor, pero siento que el tema que más me confronta es ese”.

(José Luis Díaz Pérez)

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