“La defensoría legal tiene que reforzar el número de defensores que permita abocarse en un número proporcional de acuerdo a los asuntos. Yo trabajé en la defensoría de oficio hace 15 años y eso veíamos, carecíamos de personal suficiente, hay que dotarlo, capacitarlo y mejorar los sueldos”, indicó José Javier Estrada Contreras al presentar su libro “El derecho a la asistencia jurídica gratuita en México”.
Dijo que, en materia de sueldos, los federales son una cosa y los estatales son otra y, la verdad, es un derecho igual para todos y debería estar regulado para todos.
El libro, resultado de la tesis doctoral de Estrada Contreras, fue dado a conocer en la Universidad Modelo y fue comentado por Federico Lefranc Weegan y Luis Felipe Esperón Villanueva.
El autor dijo que “se trata de un estudio sistemático de un derecho fundamental de naturaleza procesal que es el derecho a la asistencia gratuita jurídica en México, es una obra que sistematiza el derecho”.
“Aun cuando toma como base la Ley del Instituto Federal de Defensoría Pública, independientemente de eso no es un libro que hable de la ley, sino que estudia a profundidad todas las figuras alrededor de la misma”, dijo.
Base histórica
Señaló que el texto tiene una base histórica, un estudio de cómo se regula el instituto federal, mediante una comparativa, técnica que permite ver errores o qué le faltaría, se estudia un poco Italia y en mayor medida España, que es el marco referencial y se hace un análisis de las leyes de las defensorías públicas estatales que se comparan con la federal”.
Expresó que la defensoría pública “sí es un derecho, porque permite igualar las armas, es para el que no tiene capacidad económica, el que la tiene, no tiene ese derecho, no es nada más la defensa de oficio penal sino en todas las áreas”.
Sin embargo, dijo que la aspiración es que la persona que tenga un defensor público, éste garantice que hará un buen trabajo y eso sólo podría ser cuando el Estado mejore las condiciones de personal y los sueldos.
Acerca del texto, Lefranc Weegan dijo que en él “hay un gran esfuerzo, es notorio, hay dedicación, quienes estudiamos un Doctorado en México lo hacemos a contracorriente, en Europa hay becas, acá es con la familia, trabajando, sacrificando, luego resulta que tenemos el título de doctor y en contadas ocasiones un libro como éste”.
“Una investigación doctoral que llama la atención, en algunos casos el director y dirigido se han ocupado del mismo tema, se dio en este caso. En el mío particular, mi directos hizo una sobre el tema que toqué y ahora se va transmitiendo el conocimiento en generaciones”, apuntó.
Dijo que el conocimiento lleva tiempo construirse y asimilarse y eso cuesta y eso se nota en este libro, es una reflexión muy madura con acompañamiento excepcional, siendo riguroso, técnico, les invito a leer a los apasionados del derecho, pero no nos niega una asomadita, un atisbo, a la historia del derecho y eso es interesante.
“Por un lado no se pierde en la historia, me ha tocado leer tesis que se pierden, éste nos da un muy buen asomo a este derecho de la asistencia jurídica gratuita, recorre la historia y tiene el acierto que es el punto de partida, no es el mundo prehispánico, la realidad es que muy poco sabemos de sus instituciones o con muy poca certeza, pero de las castellanas o las propias de esas sí sabemos algo y Estrada se tomó la idea de investigar exhaustivamente en las fuentes, cómo se gestó en el mundo del Virreinato este derecho y, luego, cómo se fue transformando en el México Independiente en el derecho que conocemos hoy”, indicó.
Transformación
Afirmó que es un trabajo meticuloso, lleno de fuentes difíciles de acceder y eso tiene sentido. Una vez que nos ha paseado por ese derecho nos habla de lo técnico, cuál es el procedimiento para que se reconozca eso, suena fácil el nombre, por qué tenerlo, debería ser o no, a qué está vinculado y lo que nos da respondiendo es eso, en qué casos y por qué motivo sí debe ser un derecho para quienes, por qué, cuándo, de manera muy técnica.
“Creo que se encontró con un problema en el ínter, de esos que nos pasan a todos los que investigamos el derecho, que es la transformación de las instituciones, tenía un Código de Procedimientos Penales y ahora tenemos otro, al que hemos tenido que adaptarnos, ha tenido la prudencia de decir que no descarta el anterior, pero lo real es que tenemos uno al que ceñirnos, nos va dando las fuentes y la articulación del derecho”, anotó.
Dijo que como abogado me gusta el tema técnico, la problemática no es de carácter conceptual, sino en las fuentes legales del derecho que se presentan confusas. Es decir, cómo volver coherente algo de tantos niveles, una ley orgánica, bases de ejecución, una ley ordinaria, un fundamento constitucional.
El problema del derecho es que la Constitución parece más un código que el legislador ha ido cambiando. Y, en este caso, se trata de un derecho subjetivo, suena bien a los estudiosos del derecho, es una figura del siglo XIX, pero esto es distinto, porque lo otorga la ley de naturaleza procesal. Surge en determinados casos, aparece en el proceso. Invito a conocerlo a fondo.
“Destaco algo interesante, la obra, que tiene un hilo conductor riguroso, nos muestra la potencia de las instituciones jurídicas mexicanas, no es fácil evaluar eso, esa trayectoria, hallarle hilos, esa construcción de derecho realmente es muy fuerte que luego tendemos a soslayar, el autor va llegando a conclusiones con sus propias herramientas, todas internas o casi todas, que se pueden equiparar perfectamente a la dogmática de los derechos fundamentales en Europa, lo recoge y lo construye desde adentro”.
Esperón Villanueva comentó que, como carecemos de investigadores en estas ramas de la ciencia, es lo que vale la pena de destacar en el caso de Javier. Evidentemente la obra es un trabajo científico, tiene una metodología organizada y estructurada, pero que además toca un tema poco común, son pocos libros que hablan de la asistencia jurídica gratuita en México, le da un valor porque es una de las pocas fuentes que pueden servirnos como referencia en este proceso evolutivo y cómo ha ido tratando de garantizar este derecho subjetivo que es procesa.
“No es obra de la casualidad, hay 20 años de experiencia del autor, aprendió a consolidar y llevar a la publicación, parece fácil un libro de 317 páginas dividirlo en cuatro partes y hay que darle el sustento para el rigor técnico y científico”, agregó.
Proceso histórico
Expresó que “no lo ve sólo desde un aspecto netamente académico, sino con su impronta como funcionario público, fue director de la Defensoría Pública, su paso por esa institución quedaron marcados sus años de investigador, mucho de la defensoría es producto de la reforma que le tocó trabajar que pasó un proceso legislativo que nos marca una diferencia en una institución del Estado mexicano y orgullosamente de Yucatán”.
“Nos va llevando de un proceso histórico hasta entender por qué las instituciones son lo que son y somos producto de una historia, entender cómo ha evolucionado este derecho, como heredamos y traspolamos este derecho desde la colonia”, anotó.
El magistrado indicó que ese tema empezó como protectoría de la pobreza, nos hemos acostumbrado a decir que tenemos un sistema de justicia gratuito, según el Artículo 17 constitucional para dar igualdad, pero la realidad en un proceso, de la materia que fuera, muchas veces no es entre iguales.
“El Estado tiene que equilibrar ese pleito, ese es el aspecto importante de la asistencia jurídica gratuita”, finalizó.
(Rafael Gómez Chi)