Yucatán

Colapsa barda de 2 metros de altura por 7 de largo

PROGRESO, Yucatán, 9 de marzo.- la barda de la calle 21 por 40 y 42 de una zona residencial de predios veraniegos ubicados al oriente del puerto se vino abajo, provocando un estruendo, por lo que los vecinos dieron aviso a las autoridades.

Juan Alvarez Aké, velador del rumbo, dijo que solamente escucharon el estruendo y al salir vieron que la barda de unos dos metros de altura por unos 7 metros de largo se había desplomado sobre la banqueta.

Afortunadamente por ser una calle de veraneantes no pasaba nadie por el rumbo ni tampoco había algún vehículo estacionado donde sucedió el derrumbe.

Por ello los elementos de la Policía Municipal acordonaron el área, pero hasta ahora el material derrumbado permanece sobre la banqueta de la zona residencial.

Otra barda que representa un peligro ante la pasividad de las autoridades

A este hecho se suma la advertencia de que otra barda perimetral está a punto de colapsar, la cual se encuentra ubicada en la calle 39 por 88 y 90 de la colonia Feliciano Canul Reyes.

Roger Pech, Marina Couoh y Antonio Ku, dieron a conocer que esta barda es un peligro para los habitantes de la colonia, por lo cual las autoridades municipales deben exigir al propietario que realice medidas correctivas antes de que suceda una tragedia.

Esta barda de más de 2 metros de alto por 50 metros de largo, presuntamente propiedad del ex alcalde Manuel Basto Rivas, quien a la vez fuera director de Trasporte en la pasada administración turquesa, está en pésimas condiciones y ello podría generar un derrumbe.

En esta estructura se puede apreciar que, debido a lo largo y a lo ladeada que está, los llamados castillos han sucumbido ante el peso y en algunos lados las columnas también.

Vecinos del rumbo que pasan constantemente piden a las autoridades que realicen una notificación de acuerdo a la ley al propietario para que tenga responsabilidad ante el inminente peligro que ésta representa.

El riesgo aumentará cuando comiencen las temporadas de lluvias, o bien, las temporadas de turbonadas donde en cualquier momento ante la pasividad de las autoridades municipales podría ocurrir una tragedia.

(Julio Jiménez Mendoza)