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Yucatán

Las cien batallas de AMLO

Lorenzo Salas González

Desde que fue Jefe de Gobierno del Distrito Federal, a principios de este siglo, el actual Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dio reiteradas muestras de su reciedumbre y de su capacidad de atraer la atención pública por encima del que debiera tenerla en ese entonces, el presidente panista Vicente Fox Quesada, quien no disimulaba su incomodidad al ser comparado con el izquierdista y hasta lo pretendía poner infructuosamente en dificultades públicas. Esta rivalidad se reflejaba en los medios, por lo que sus respectivos equipos asesores les propusieron una reunión amistosa de la que Fox quiso sacar ventaja con la pretensión de hacer creer que había sometido al rebelde. Pero no fue así. López Obrador sabía muy bien que con su trabajo y compromiso se había ganado la voluntad de una gran mayoría de capitalinos.

Entonces llegó el enfrentamiento directo al estar cerca las elecciones presidenciales del 2006, que fue cuando el panista acusó al perredista… ¡de haber construido una calle para comunicar a un hospital!

Lo más sorprendente en este caso, fue el escándalo que armaron, el PRI dividido, con una fracción capitaneada por Carlos Salinas de Gortari, el PAN asesorado por un viejo zorro como Diego Fernández de Cevallos, quien pretendió favorecer a su derechista partido que perfilaba a Felipe Calderón Hinojosa a la presidencia.

Aunque le echaron montón –o “Moloch”, como decimos en Yucatán—, Andrés Manuel les pegó un susto a los partidos derechistas –PRIAN—, pues para que Calderón pudiera “triunfar”, los aliados vergonzantes tuvieron que invertir mucho dinero y esfuerzos para que el instituto electoral decidiera a favor del Felipillo quien ahora, sin la menor vergüenza está aupando a su esposa Margarita para que desde un partido nuevo “México Libre” –nombre que suena a jalada nacida en Washington—, siga viviendo del erario, dada la generosidad de nuestras leyes electorales. De ahí que AMLO Y MORENA estén proponiendo la reducción a la mitad de los presupuestos otorgados a los partidos por el gobierno federal.

Una vez que hubo triunfado López Obrador en la tercera ocasión que compitió, ya tuvo suficiente conocimiento de los problemas del país y encontró la manera de que no le volvieran a cometer fraude y ahora está a punto de cumplir con el compromiso número cien, lo que será mañana lunes 11 de marzo del 2019.

Todos los compromisos son importantes en cuanto a que significan el cumplimiento de su palabra, lo que ha probado que sí es posible hacer una revolución pacífica cuando se tiene la tenacidad, la habilidad, la inteligencia y el honesto afán de servir a los demás y no servirse de ellos para sacar provecho.

Las cien batallas tienen variadas lecciones que los morenistas y su líder deben de tener en cuenta si desean seguir contando con el respaldo de la gente que los llevó al poder, los que estaban hartos de tanta mentira y engaños, además de los que no quieren más violencia, porque quiérase que no, cuando la sangre pringa, mancha a muchísima gente. Y el dolor no es una buena emoción para los que desean seguir triunfando hasta consumar el objetivo más valioso y trascendente: la 4ª. Transformación de México.

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