Edgar Rodríguez Cimé
#los viernes por el futuro: “huelga escolar el 15 de marzo en defensa del clima”
No empezó el movimiento de protesta la organización ecologista Greenpeace; tampoco la red de internautas Avaaz, sino una menuda adolescente sueca de 15 años, con problemas de autismo, Greta Thunberg, quien harta del calor sufrido en un país de clima templado como Suecia durante agosto de 2018, el viernes 20 de ese mes no asistió a su escuela secundaria para plantarse solita frente al Parlamento sueco “armada” de un cartel: “HUELGA ESCOLAR POR EL CLIMA”.
“Hacemos huelga escolar para defender el clima. Cada viernes nos sentaremos frente al Parlamento hasta que Suecia firme el Acuerdo de París (junto con la mayoría de países comprometidos con el ambiente). Urgimos a todo mundo a hacer lo mismo. Donde sea que te encuentres, siéntate en tu Parlamento (Cámara de Diputados) hasta que tu nación esté en el mismo camino”, explica en video en su cuenta de twitter que lleva cerca de un millón de reproducciones.
En diciembre pasado, llevando la voz de las nuevas generaciones, fue invitada a participar en la Conferencia sobre Cambio Climático, en la Organización de Naciones Unidas COP24, realizada en Katowice, Polonia. Siendo consecuente con su postura ecológica de no utilizar aviones para no contribuir más al deterioro del clima, luego de viajar 32 horas en tren, Greta externó su rotundo mensaje frente a los gobiernos de todos los países del mundo.
“Nuestra civilización está siendo sacrificada para que unos pocos continúen acumulando grandes cantidades de dinero. Nuestra biósfera está siendo sacrificada para que la gente rica en países como el mío pueda vivir con lujo. Es el sufrimiento de muchos el que paga los lujos de pocos.
“Hasta que ustedes no se centren en lo necesario en vez de lo políticamente posible, no habrá esperanza. No podemos solucionar una crisis sin tratarla como una crisis. Necesitamos mantener los combustibles fósiles en el suelo y focalizarnos en la equidad (…) Si las soluciones dentro del sistema son tan difíciles de encontrar, quizá debemos cambiar el sistema. Ustedes se han quedado sin excusas y nos estamos quedando sin tiempo. Venimos aquí para que sepan que el cambio está llegando, les guste o no. El poder real pertenece al pueblo”, expresó imperturbable.
En el Foro Mundial Económico en Davos también volvió a acaparar titulares de la prensa:
“Nuestra casa se quema. De acuerdo con el Panel Intergubernamental de Cambio Climático estamos a menos de 12 años de no poder corregir nuestros errores (…) Sí. Nos hemos equivocado pero aún estamos a tiempo de dar marcha atrás y corregirlo. Resolver la crisis climática es el mayor reto al que se ha enfrentado el hombre. Sin embargo, la solución es simple: debemos detener la emisión de gases de efecto invernadero. Debemos cambiar casi todo en la sociedad actual.
“Los adultos siempre dicen: ‘Le debemos a la juventud el darles esperanza’. Pero no quiero su esperanza ni quiero que la tengan. Lo que deseo es su pánico. Quiero que sientan el miedo que yo siento cada día. Y entonces, quiero que actúen. Deseo que actúen como si estuvieran en una crisis (como nosotros), como si nuestra casa se estuviera incendiando, porque así es”.
Primero los estudiantes de Suecia, luego los de Alemania y después los de Austria, Irlanda, Suiza, Finlandia, Bélgica, Francia, Reino Unido, España, Estados Unidos, Australia, Islas Feroe, Uganda, Ghana…, quienes dejan libros, pupitres y profesores para algo mucho más importante: Salvar nuestra casa común: ¡la Madre Tierra!, buscando llamar la atención de los que toman las decisiones importantes. Primero fueron 14 ciudades; hoy suman 190 urbes movilizadas.
En diciembre último, durante la Conferencia sobre Cambio Climático en Polonia, me quedó claro a mí y a Luisa Neubauer que era muy difícil movilizar a la gente para conseguir algo. Pero entonces nos topamos con esa “Musa” que es Greta y decidimos organizar la primera huelga escolar en Berlín, narra a Proceso Luis Motaal, cara visible del movimiento #Fridays for Future en Alemania.
Aprovecha la entrevista y envía un mensaje a los jóvenes mexicanos: “Nuestra generación debe resolver ahora la mayor crisis de la humanidad y podemos hacerlo si nos entendemos como una familia mundial. Vean nuestras protestas como una señal que estamos listos, todos juntos, para resolverla y si están de acuerdo con ello, hagan huelga estudiantil con nosotros el 15 de marzo”.
Desean verlos, como a los preescolares pequeños de la escuela primaria Neuers Tor, quienes orgullosos levantan sus carteles escritos durante sus horas de recreo la semana anterior: “¡¡¡Atención: la Tierra se derrite!!!” / “Protejamos el medio ambiente” / “¡No quiero vivir en Marte!”.
colectivo cultural “Felipa Poot Tzuc”