KANASIN, Yucatán, 11 de marzo.- “Nos prometieron que sería un fraccionamiento cerrado y que no cualquier persona entraría, hasta el nombre de El Encanto se oía bonito pero la constructora “Crear Hogares” nos engañó, ahora estamos viviendo una pesadilla, entre los montes y con miedo, porque diariamente han ocurrido robos en nuestras casas y pedimos la ayuda de la policía municipal y nos ignoran, por lo que tuvo que venir la Estatal para brindarnos la ayuda”, señalaron vecinos del lugar ubicado lejos del centro de Kanasín.
Ante la omisión de las autoridades municipales, los afectados se han organizado para hacerle frente a los rateros. También mostraron las sendas que se suponen utilizan para huir cuando son descubiertos.
La señora Alejandra Perera dijo que todos los días hay robos en casa-habitación, principalmente en las ubicadas cerca de las calles de la parte trasera del fraccionamiento, además de que no hay alumbrado público.
“Nos dimos cuenta que la policía municipal no está haciendo nada porque diariamente se estaba cometiendo un robo en diferentes casas y por eso se armó una policía vecinal desde el mes de octubre del año pasado en la que varios vecinos han logrado varias detenciones y han frenado los robos sin la ayuda de la policía municipal, más bien los policías estatales vinieron a apoyar en los recorridos y en las madrugadas y están al pendiente de los llamados de los vecinos o cualquier emergencia”, dijo.
“Hubo ocasiones en que logramos detectar de a dos o de a tres sujetos en distintos puntos del fraccionamiento y, unos vecinos nos ocupábamos de una calle y otros de otras y así subiéndonos a las azoteas los perseguíamos y huían por los caminos del monte que ellos mismos hacían, y seguiremos organizados para no permitir que regresen estos bandidos pero no ha sido fácil vivir en este fraccionamiento; faltan muchas cosas, tenemos muchas carencias, la cancha de basquetbol está toda destrozada, hace un año se quemó una palapa y no la han reconstruido nadie y la otra se está cayendo; los juegos de los niños no sirven, son muchas cosas pero primero queríamos acabar con la delincuencia”, dijo Irving Reyes, quien agregó que para lograr sus objetivos tuvieron que organizar rifas y una kermés para comprar lámparas y poder hacer sus recorridos entre los montes.
Hubo persecuciones
“Nos avisábamos con los vecinos a través de los celulares porque hicimos un grupo, gritaban que alguien estaba sobre los techos y salíamos todos con palos de escobas, no teníamos lámparas y corríamos detrás de los ladrones, nosotros los cercábamos y pedíamos la ayuda de la Policía estatal y ellos los detenían; hubo mucho apoyo de ellos, incluso en uno de los casos fue cuando andábamos por la entrada del fraccionamiento y un sujeto corrió y se metió a una casa y fue visto por un vecino.
Cuando la policía estatal llegó tocó a la puerta y abrió el sujeto tratando de burlar a la autoridad les dijo que estaba viendo la televisión, que no sabía de qué se trataba y los agentes entraron a la vivienda y ni siquiera televisor había, procedieron a llevárselo detenido; se veía que andaba drogado, inventaba cosas, y así nos metemos a los caminos que hicieron los rateros para entrar a las casas y poder huir para todos lados porque colindamos con el fraccionamientos Arboledas, con la carretera a Cancún o con Bosques de Alumayab; por todos lados hay montes, hay veredas, nos alumbrábamos con los celulares porque no teníamos lámparas hasta que hicimos rifas para comprarlas”, manifestó Adrián Martínez.
Coludida la Policía
La policía municipal está coludida.- “La Policía Municipal llegaba a veces pero es bien sabido que están coludidos con los malandrines, no les tenemos confianza como a la estatal que le confiamos más, porque los municipales no actúan, te escuchan y te dan recomendaciones pero igual no están capacitados o no tienen el equipo necesario para enfrentarse con alguien que trae un arma blanca y la estatal sí, ellos traen armas y te someten o te disparan, tienen que obedecer su indicación”.
Los vecinos mostraron la abandonada caseta de policía del fraccionamiento, la que incluso utilizan los rateros para esconderse; está totalmente desvalijada y nunca ha habido un guardia en ella.
Lo mismo sucede en otra de las casetas que se ubica en el parque principal, pues los policías solo llegan a bañarse y luego se van, afirmaron vecinos.
Tenemos que ayudarnos
Si nadie nos ayuda tenemos que ayudarnos nosotros.- “Si nadie nos viene a ayudar tenemos que ayudarnos entre nosotros mismos, tenemos que cuidar nuestro patrimonio, nuestras familias, nuestros hijos, a nuestras esposas, a los ancianos, los hombres salimos a trabajar pero nos vamos con temor porque se quedan las familias solas; ya ha habido amenazas de un sujeto, por lo que denunciamos a la policía municipal y no hicieron nada, no hay prevención porque se justifican de que no hay policías, no hay recursos y fue entonces que llegaron los de la Policía Estatal", afirmó Tomás Pompeyo.
Finalmente, la señora Verónica Escamilla dijo que ella vive sola con su mamá y el pasado martes de carnaval las dos se encontraban en su casa cuando uno de los vecinos las alertó de que un sujeto estaba en la azotea y se quería meter a robar.
“Vivimos con miedo, sólo somos mi mamá y yo, reportamos a la Policía Municipal y nos dijeron que no nos podían atender y llegaron pero hasta el día siguiente, ya para qué, pero también marcamos al 911 y tampoco nos atendieron; era un sujeto que conoce bien las salidas del fraccionamiento porque se bajó corriendo y se internó entre los montes; la verdad los hombres del fraccionamiento han hecho un buen trabajo porque la policía municipal está corrompida, el alcalde no hace nada, ya no sabemos qué hacer”, concluyó.
(Texto y fotos: José Luis Díaz Pérez)