Mérida, Yucatán.- "Los criterios del mundo para juzgar la belleza humana no deben ser nuestros criterios", dijo esta mañana el Arzobispo de Yucatán, Gustavo Rogríguez Vega, durante la misa episcopal que ofició en la Catedral de San Idelfonso de la ciudad de Mérida.
El evangelio de este domingo giró entorno a la concepción de belleza en la época moderna y cómo esta puede contrastar con la belleza de alma.
"Cuando Él (Dios) les permitió ver su gloria, lo hizo para prepararles para la cruz. Ahora lo ven transfigurado y muy pronto lo verán desfigurado en la cruz. Él quiere entonces que lo reconozcan y que cuando oigan hablar de la resurrección, crean que este hombre glorioso se entregará a la muerte y después de manera gloriosa resucitará de entre los muertos".
"Nuestro cuerpo es frágil, nuestro cuerpo va a terminar, pero el señor lo va a glorificar lo va a transformar con la resurrección".
"Cuánta gente no tiene una buena figura porque, primero, a lo mejor no tiene con qué comprar ropa nueva, ropa buena, de marca como dicen los muchachos y, sin embargo aunque no tengan con qué vestirse, interiormente están revestidos como hijos de Dios [...], por más pobre por más enfermo (que esté uno) esconde la gran dignidad a un hijo de Dios la gran dignidad de un hermano nuestro y que a lo mejor una persona con cuerpo bello con vestiduras elegantes esconde un alma un espíritu que no se ha cuidado, que vive más bien en la muerte. Pidámosle al Señor que nosotros sepamos cuidarnos integralmente: cuerpo y alma".
(Con información de Víctor Lara y fotos de José Pallota)