Envidia

Ariel Sánchez Gómez

Qué lindo está tu vestido, a nadie le quedaría mejor

tus ojos son tan azules, despiden gran resplandor

son tus cabellos al viento, una joya de gran valor

con el color de tu piel, incitan a un loco amor.

Atraes muchas miradas, con tu cadencioso andar

y cuando hablas y sonríes, eres cual pájaro al trinar

me envuelves en una vorágine de envidia sin controlar

pues perteneces a otro y así nomás me queda soñar.

Hoy mi sufrimiento es grande al no poderte abrazar

y al tenerte muy de cerca, me castigo sin cesar

pido perdón a todos que con mi lujuria puede arrastrar

y a ti ángel tan inocente, que no tenías que pagar.

Ahora, aunque juntos reposamos, pero en tumbas separadas

siento tú calor y cercanía, camino al infierno en llamas

como pude ser tan cruel y dejar familias marcadas

tengan compasión de nosotros seguimos sendas equivocadas.

Todos esos malditos detalles, más tu perfume al aspirar

me perdieron y cegaron, para obligarte a pecar

no lo niego y te engañe, loco quería quedar

y si muerta ahora estás, con Dios lo he de pagar.

El amor es limpio y transparente, el amor sabe respetar

si amas no pones barreras y a nadie debe dañar

en cambio, la pasión es ciega y no le importa lastimar

destruye y hiere, a la muerte te puede llevar.

Ahora sé que no te amé, pero lo volvería a hacer

tú nunca tuviste la culpa, tu belleza me hizo perder

cuántas santas son tan hermosas y solos las puedes ver

así bien pude adorarte, sin arrastrarte en la escoria del placer.