Yucatán

De Madrazos a madrazos

Por Eliseo Martín Burgos

A mediados de octubre de 1968, días después del genocidio de la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, un periodista muy listo quiso obligar a don Carlos A. Madrazo a confesar su participación como cerebro del movimiento estudiantil. Madrazo, que sabía de política mucho y algo más, respondió:

-¡No jovencito. ¡Yo soy de los Madrazos de Tabasco! ¡No de los de Tlatelolco!

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