Investigadores mexicanos y españoles revelan poco a poco la grandeza de la zona arqueológica de X’baatún, una ciudad maya de palacios amurallados localizada en un parque ecoturístico de Yucatán.
Esta antigua urbe maya fue descubierta en los noventa del siglo pasado en una selva casi virgen, entre cenotes y lagunas del parque ecoturístico Oxhuatz, en el municipio yucateco de Tekal de Venegas.
El español Juan García Targa, investigador de la Universidad de Barcelona, dice que el sitio es como un paraíso porque cuenta un cenote de aguas transparentes. “Es un sitio fantástico que también tiene huellas de haber sido una hacienda”, señala.
“X’baatún, que en lengua maya significa ‘lugar donde se recoge el agua’, fue descubierta por especialistas de la Universidad Autónoma de Yucatán y de las españolas de Barcelona y Santander.
Entre sus edificios resalta un juego de pelota, una pirámide de 15 metros de altura “y construcciones que interpretamos como palacios con habitaciones en la parte superior, todo está alrededor de una aguada (laguna)”, señala el experto.
García Targa asegura que allí se pueden observar pavos de monte, loros entre otros tipos de aves, así como mamíferos, árboles de frutos en peligro de extinción como el bonete “y se pueden organizar acampadas nocturnas”.
El investigador afirma que en X’baatún se puede observar que en la última fase de ocupación se aprovechó material de construcción para amurallar una parte del sitio.
En X’baatun se observa un tipo de arquitectura megalítica, de grandes piedras con cornisas que muestran una influencia de Izamal, un centro maya cercano.
Sostiene que en dos o tres años ya se podrá tener una visión general de la zona arqueológica y ya se podrá determinar si en lo que parecen palacios “se realizaban rituales o actividades habituales de las ciudades mayas”.
García Targa revela que si bien X’baatún no han podido ser explorados en profundidad “notamos que algunas construcciones de ese sitio son como pequeñas réplicas de las que hay en Izamal”.
Explica que los mayas amurallaron la zona central de algunos edificios por diversas circunstancias, ya sea por peligro o ataque de otros vecinos.
Relata que sus habitantes se beneficiaron de los abundantes recursos naturales del lugar y cultivaron el maíz, frijol y calabaza, según se constató por los restos de semillas encontradas.
La historia de la búsqueda de este paraíso perdido de los mayas, comenzó cuando el propio García Targa formaba parte del Proyecto Izamal y participó en un levantamiento topográfico de X’baatún”.
En 2006, hizo otras investigaciones con colegas de la Universidad Autónoma de Yucatán y en 2018 solicitó permiso al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para el proyecto de investigación de X’baatún.
El permiso se lo concedieron “después de una serie de trámites administrativos que incluyó informes del proyecto y currícula de los participantes que vienen de Barcelona y la UADY”, recuerda.
Entonces, los investigadores solo trabajaron tres días, “porque no teníamos muchos recursos, así que sólo hicimos otro levantamiento topográfico e informes de tipo antropológico y entrevistas a la gente del plan ecoturístico que dirige el ejidatario Manuel Chan Chi.
Actualmente, los campesinos hacen “un aprovechamiento sustentable, serio, riguroso y respetable de la naturaleza al llevar a turistas que no sólo quieren ver sol y playas o sitios populares como Chichén Itzá. A Oxhuatz va gente que desea ver un Yucatán diferente y fantástico”, asegura.
Explica que el proyecto todavía está en etapa de difusión y que espera que se unan investigadores como Carmen Varela, de la Universidad de Santander, para juntos buscar recursos para trabajar en la zona.
“Estamos tratando de coordinarnos con los colegas yucatecos para optimizar recursos y hacer un trabajo integral, siguiendo las normas que nos marca el Centro INAH Yucatán”, precisa.
Afirma que en la primera etapa recibieron recursos de la Fundación Palar de Barcelona, “un farmacéutico muy aficionado que da dinero de investigación en el exterior a universidades españolas”.
Ahora espera una nueva convocatoria de Palar para solicitar recursos y está viendo el apoyo de otros patrocinadores privados de España y México, como Fundación Cultural Banamex para hacer un trabajo digno y continuado en Yucatán”.
(SinEmbargo/EFE)