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Yucatán

Lo que el fuego nos robó…

Pilar Faller Menéndez

Notre Dame, el monumento histórico más visitado en Europa

Ante la incredulidad de turistas y parisinos, y quienes pudimos observar las imágenes del incendio de Notre Dame cómo caía “la aguja” (la parte más alta de esta catedral francesa), un incendio consumió este edificio construido en el siglo XIII que recibe la visita de 13 millones de personas al año, en cuyo interior se encuentran algunas reliquias relacionadas con la Pasión de Cristo, como la Corona de espinas, un fragmento de la cruz, así como uno de los clavos que se utilizaron para crucificarlo, reliquias que el rey Luis IX compró al emperador de Constantinopla, hoy Turquía.

Es una experiencia única la que nos está tocando vivir el observar cómo perdemos un monumento tan emblemático, sobre todo para quienes alguna vez soñaron con visitar este monumento francés, patrimonio de la humanidad, desplomarse ante la impotencia de los 400 bomberos que no pudieron aplacar el fuego y que consumió siglos de historia, que nadie nos va a devolver.

Edificio que inspiró durante el Romanticismo a Víctor Hugo, quien en 1831 escribió su famosa novela Nuestra Señora de París situada en la Edad Media, la cual ha sido llevada a la pantalla grande por Walt Disney, cuya trama es la de un jorobado llamado Quasimodo, el cual se enamora de una gitana llamada Esmeralda, trama que convierte a este monumento en el escenario principal, y que provee al lector o al espectador en su caso, el deseo de ahondar en la arquitectura de esta catedral.

“Y la catedral no era sólo su compañera, era el universo; mejor dicho, era la Naturaleza en sí misma. Él nunca soñó que había otros setos que las vidrieras en continua floración; otra sombra que la del follaje de piedra siempre en ciernes, lleno de pájaros en los matorrales de los capiteles sajones; otras montañas que las colosales torres de la iglesia; u otros océanos de Paría rugiendo bajo sus pies.” Víctor Hugo, Nuestra Señora de París, 1831.

Seguir describiendo las maravillas de esta catedral gótica llevaría muchas páginas, tanto por su arquitectura, como por los acontecimientos ocurridos, entre los que puede nombrarse la Beatificación de Juana de Arco en 1909, el nombre de sus diez campanas: Emmanuel, Marie, Gabriel, Anne Geneviève,

Denis, Marcel, Étienne, Benoît-Joseph, Maurice y Jean Marie, así como los custodios, las gárgolas, uno de los símbolos utilizados en muchas construcciones de la Edad Media, con un aspecto grotesco y aterrador, envueltas en cierta leyenda y mitología…

La capilla tan especial para nosotros los mexicanos, que tiene desde 1949 una imagen de la Virgen de Guadalupe la cual tiene una corona de oro de 18 quilates, adornada con perlas y esmeraldas, y que está dedicada exclusivamente a nuestra Patrona.

¿Cómo no sentir que una parte del mundo se ha ido? Hay cosas que no pueden comprarse con todo el dinero del mundo, y esta catedral es una de ellas. Dichosos los que tuvimos la oportunidad de visitarla, ojalá y la tecnología pudiera devolvérnosla para seguir disfrutando de las maravillas de su arquitectura, que son muchas.

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