La población de tortugas marinas, que se encuentra en veda nacional por estar en peligro de extinción desde 1990, refleja una recuperación “sustancial” en Yucatán, única zona con un conteo estadístico de 30 años para las 3 especies que desovan en las playas del litoral, explicó Ricardo Antonio Ponce Gutiérrez, presidente del Consejo de Pronatura Península de Yucatán.
El programa de conservación que se implementó en 1990 para proteger la especie de los depredadores y resguardarlas para garantizar la liberación, se realiza en Yucatán entre las autoridades federales, estatales y Pronatura, lo que permite concienciar a la población y resguardar los huevos para que al brotar logren llegar al mar.
Organizados
En Yucatán opera desde 1990 el Comité Estatal para la Conservación de Tortugas Marinas de Yucatán, que protegen 277 kilómetros de la costa, un 81 por ciento del total, que han permitido el monitoreo y ser referente nacional.
De acuerdo con Ricardo Antonio Ponce Gutiérrez, presidente del Consejo de Pronatura Península de Yucatán, el litoral es de los principales destinos de desove de las tortugas blancas, carey, así como caguama, y los esfuerzos de conservación demuestran resultados positivos en una recuperación “sustancial” de las especies.
“Queremos informar a la sociedad que los esfuerzos de conservación en el litoral yucateco es de los principales activos, porque de las 7 especies de tortuga que hay en México, 3 desovan en la Península de Yucatán que son la carey, blanca y caguama. Nosotros participamos en 4 campamentos (de un total de 8 que hay en el Estado) 3 son propios y uno es con Conanp.
“Se monitorea el anidamiento que comienza en abril y las eclosiones son hasta octubre. Durante 30 años hemos podido monitorear el comportamiento y hay una recuperación sustancial; a quienes nos gusta la pesca, ahora es grato tener 2 o 3 avistamientos de tortugas en el mar, cosa que cuando era niño no se veían, es muestra de la recuperación”, dijo en el marco del arranque de temporada de anidamientos.
Las estadísticas mostradas de los 4 campamentos de Pronatura reflejan que desde el 2005, con el reclutamiento de las primeras crías protegidas desde 1990, se observa la recuperación con algunos picos importantes.
Las Coloradas, clave
Las Coloradas es la zona más importante y con el pico más alto de anidación, llegando hasta 8 mil nidadas en un año, cuando en los 90 era de menos de mil, le sigue El Cuyo con 2 mil a 3 mil y en Arrecife Alacranes de 2 mil a menos.
Explicaron que estas estadísticas solamente son de los 4 campamentos de anidación en los que participa Pronatura, (Alacranes, Las Coloradas, El Cuyo y Holbox) y que las poblaciones son diferentes en cada playa, así como que los picos más altos y bajos en cada año, se deben a que las tortugas tienen un año de más anidación que el anterior, es por ello que para este 2019 esperan una gran cantidad de tortugas para desovar.
Lamentaron que en Alacranes, desde el 2015 no han podido complementar el monitoreo por falta de recursos para acudir a la isla.
La mayor cantidad de nidadas en los campamentos, permite que las tortugas tengan mayor posibilidad de llegar al mar, explicaron.
Los otros cuatro
En todo el Estado hay 8 campamentos: Celestún, Sisal, Progreso, Alacranes, Telchac Puerto, Dzilam Bravo, Las Coloradas y El Cuyo, y la responsabilidad es compartida, 4 de Pronatura y Conanp y el resto del Gobierno del Estado y el CETMAR de Progreso.
Ixchel García Carrillo, representante de la Secretaría de Desarrollo Sustentable del Gobierno del Estado, mostró las estadísticas de nidadas en el 2018.
De la tortuga carey fueron 1,732 nidos con 182,110 crías.
De la tortuga blanca fueron 2,966 nidos con 165,059 crías.
El ciclo
Las tortugas arriban a las playas yucatecas desde el mes de abril para desovar miles de huevos que a los 60 días eclosionan.
La temporada de arribo de las tortugas coincide con la temporada vacacional, ya que arriban a desovar en Semana Santa y los huevos comienzan a eclosionar en el verano, por ello el llamado de las autoridades a ser cuidadosos con la especie.
Información del Gobierno estatal detalla que la conservación de la tortuga es uno de los programas más importantes en el mundo, porque de las 8 especies de tortugas que hay en el mundo, 7 se encuentran en México y 3 llegan a la Península, provocando el desove de casi 1 millón de huevecillos.
Las tortugas desovan cada 2 años y cuando lo hace, suele ser 4 veces y llega a depositar en cada nido un promedio de 150 huevos.
Las tortugas alcanzan su edad reproductiva de los 15 a 20 años y desovan tantas veces, porque de los cientos de huevos que depositan, no todos logran sobrevivir o llegar a la edad adulta.
El huevo incuba en la arena por 60 días y al eclosionar, la tortuga se dirige instintivamente al mar.
Las tortugas están expuestas a un sinnúmero de riesgos, lo cual reduce sus posibilidades de sobrevivencia y quienes lo logran llegan a vivir hasta 70 años.
Los retos
A pesar de la mejora en la biomasa de tortugas, el reto ahora es la pérdida de sitios para anidación por el desarrollo turístico mal planificado, el tránsito de vehículos pesados, la basura y la luminosidad.
En esta temporada de anidación que comienza, exhortaron a la población apagar las luces de casas y autos que den a la playa durante la noche, porque buscan la oscuridad para desovar.
No manejar vehículos pesados en la playa, sobre todo en las dunas, donde se deposita el 90 por ciento de las nidadas.
No tocar, molestar o fotografíar con flash a las tortugas, porque eso las desorientan y ahuyentan.
Las mascotas deben ir con correa en la playa, no tocar a las tortugas que acaban de explosionar, no prender fogatas en la playa, no tirar basura, ni dejar muebles y reportar al 01800 770 3372 si observan varamientos de tortugas.
(Verónica Martínez)