VALLADOLID, Yucatán, 5 de abril.- En el trascurso de los últimos meses esta ciudad ha recibido numerosas distinciones en relación a su importancia como destino turístico y se convierte poco a poco en un importante referente para el turismo nacional y extranjero.
Hablar de la Sultana del Oriente, sobrenombre con el que también se le conoce, es hablar de un sitio en el que se conjuga historia, cultura y la tradición en un solo lugar y como si eso no bastara, en sus inmediaciones se pueden hallar muchísimos otros atractivos.
Ahora que se acercan las vacaciones de Semana Santa, el turista podrá aprovechar su tiempo conociendo un poco de lo mucho que la ciudad tiene para ofrecer, pues sea cual fuere el gusto de nuestros visitantes, la urbe sin más ni más, lo tiene.
Para el turismo que le agrade la cultura, sin salir de la ciudad, el visitante puede conocer el Palacio Municipal, histórico edificio que ha sido ocupado por los alcaldes desde hace muchas décadas y en cuyas paredes se pueden apreciar bellos cuadros al óleo, de la autoría de distinguidos pintores locales.
A pocos metros del Palacio Municipal se encuentra también el Museo de San Roque, emblemático edificio que alberga valiosas piezas prehispánicas que dan fe de nuestro pasado y que ayudarán a comprender un poco la herencia cultural y como esta ha perdurado hasta nuestra sociedad actual.
De igual forma, el primer cuadro de la ciudad cuenta con la majestuosa Iglesia de San Servacio, catedral que por sí misma representa parte del importante legado de nuestra ciudad y cuyas paredes fueron testigos del dramático episodio histórico mejor conocido como el crimen de los alcaldes.
En nuestro recorrido tampoco podría faltar La Calzada de los Frailes, donde al transitar por las distintivas calles empedradas podremos admirar magníficas casonas coloniales hasta finalmente llegar al ex Convento de Sisal.
Podría decirse que la travesía por la ciudad prácticamente no podría concluir en un solo día, pues se dejarían a un lado muchísimos otros atractivos como los mercados municipales, así como los parques situados en los barrios de Santa Lucia, Candelaria, San Juan y Santa Ana sin mencionar que, por la noche, los más jóvenes podrían disfrutar de los antros, cines y centros comerciales.
Por otro lado para quienes gustan del turismo de aventuras, la ciudad también cuenta con una vasta gama de bellas formaciones naturales mejor conocidas como cenotes, desde el Zací, ubicado a pocas cuadras del Parque Principal “Francisco Cantón Rosado”, hasta el cenote situado por debajo del Convento de Sisal, donde los visitantes podrían nadar en sus cristalinas aguas.
Otros atractivos se encuentran situados a solo 20 minutos de la urbe, específicamente en la comunidad de Dzitnup, son los cenotes Xkekén y Samulá y para los más osados, en la llamada Ruta de los Cenotes (iniciando por la carretera que comunica a la comisaría de Yalcobá con Temozón).
Los interesados podrían practicar clavados, rappel, buceo y kayak, esto en cenotes como “Sac Aua” (el cenote con una isla adentro), “Las Palomitas”, “Santa Rita” y “Hubikú”, por mencionar tan solo unos cuantos.
Como dato extra se menciona que muchos de esos cenotes también poseen a un costado, algunas grutas y pasajes subterráneos.
También para el turismo que quisiera adentrarse un poco en el pasado precolombino de Yucatán, cabría comentar que esta ciudad se encuentra a escasos 20 kilómetros de la zona Arqueológica de Ekbalam y de Chichén Itzá, esta última, considerada como una de las nuevas maravillas del mundo moderno.
Como podrá apreciarse, los atractivos del Pueblo Mágico son muchos y como si todo lo antes mencionado no fuera suficiente para convencer al turista, se destaca que muy cerca de este municipio también tenemos sol, arena y mar dignamente representados por San Felipe, las Coloradas y Rio Lagartos, playas que no tienen nada que envidiarle a destinos turísticos más conocidos como Cancún o Tulum, pero con la ventaja de que lugares como Río Lagartos, se encuentra en un área protegida y el visitante se encontrará con auténticas playas vírgenes sin ningún tipo de alteraciones creadas por la “modernidad”.
Franceses, Ingleses y españoles, no dejarán mentir, la heroica Zací también es un innegable referente gastronómico, pues en pleno centro de la ciudad, en sitios como el Bazar Municipal o en alguno de sus muchos restaurants, fondas y loncherías, pueden degustarse platillos típicos como los panuchos, los papadzules, el frijol con puerco, el escabeche oriental, la cochinita pibil y una gran cantidad de comida típica yucateca, que sin duda será la delicia de cualquier comensal.
En resumen, puede decirse que Zací representa un destino de visita obligado, por lo que ahora que ya se acerca la temporada vacacional, el amable lector podrá ir preparando sus maletas para así permanecer durante varios días en uno de los muchos hoteles y posadas locales y tener el tiempo suficiente para admirar un poco de lo mucho que la Sultana del Oriente tiene para ofrecer.
(POR ESTO! / Corresponsalías)