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El Obispo Auxiliar Pedro Mena Díaz, ofició ayer la Misa del Día de la Madre en el colegio “Cristóbal Colón”, donde recordó que Jesucristo dijo a Juan: “He ahí a tu madre”. Y esa indicación la recibimos todos. Por eso la Virgen María es la madre de todos en el mundo: Madre de Dios, madre de la Iglesia, madre de todos nosotros los bautizados, y con el bautismo somos miembros de la Iglesia.

María, explicó, es verdaderamente nuestra madre. Jesucristo quiso regalarnos a nuestra propia madre.

Teniendo como concelebrante al padre Antonio Tamayo, capellán del colegio Cristóbal Colón y de la comunidad religiosa de las Hermanas Siervas de Jesús Sacramentado, que dirigen ese colegio, Pedro Mena dijo también:

-Jesús encarnó a través de la carne de su madre. Y cuando Jesucristo fue creciendo, llegó a la edad de varios de ustedes los alumnos de este colegio, Jesucristo también fue inquieto, como son ustedes también, como fuimos nosotros a esta edad, pero la inquietud de Jesucristo era querer saber más. El pasaje que se leyó nos habla de la maternidad de María, que con el papá es quien asume el papel de protectora.

Y cuando lo va a buscar al templo, le dice: “¿Por qué no nos avisaste? Tu padre y yo hemos estado buscándote”.

Ellos juntos protegen a Jesús, pero es la Virgen María la que expresa la preocupación, porque es fruto de sus entrañas. San José es el padre adoptivo de Jesús, pero juntos lo protegen.

Y la respuesta de Jesús ante la preocupación de la Virgen María es extraordinaria: Regresó con ellos a la casa de Nazareth y siguió bajo su autoridad. Se sujetó Jesucristo siendo Dios y siendo hombre. Se hizo humilde y se sujetó a la autoridad de sus padres, de su familia. Misterio grande que nos permite ver cómo Jesucristo valoraba a su mamá. Y la valoraba tanto, que lo que escuchamos hoy en esta oración, la que hemos utilizado para esta eucaristía, que Jesucristo, al pie de la cruz, sabiendo la calidad de su mamá, le dice a Juan: “He ahí a tu madre”. Y en esa indicación, la recibimos todos en el mundo. Por eso la Virgen María es la madre de todos en el mundo: Madre de Dios, madre de la Iglesia, madre de todos nosotros los bautizados, y con el bautismo somos miembros de la Iglesia. María es verdaderamente nuestra madre. Jesucristo quiso regalarnos a nuestra propia madre. Gran misterio de nuestra fe es la maternidad, y por eso nosotros aplaudimos, valoramos, alabamos a todas las mamás que tienen ese gran modelo de la Santísima Virgen María.

Cuidar a los hijos como lo hizo María

En esta parte, el Obispo Mena Díaz señaló:

-Y el fruto de sus entrañas se tiene que cuidar al estilo de la Virgen María. Por eso vemos a muchísimas mamás que siempre han estado dispuestas a dar su vida por la vida de sus hijos. Y eso es lo que hoy celebramos en la eucaristía.

Lo celebramos en la Eucaristía cuando Jesucristo dice hoy: “el que come mi carne y bebe mi sangre”. Es la carne de él que se nos da por este milagro que se realiza cada vez que celebramos la misa, en la eucaristía el pan se convierte en la carne de Cristo: ¿Quién dio esa carne para que Cristo fuera nuestro hermano, se encarnara, fuera hombre y ofreciera su vida por nosotros? La Virgen María. Por eso cada vez que celebramos la eucaristía, la carne de Cristo está junto al sacerdote que celebra la misa, y la Virgen María también, porque ella nunca se apartó de su hijo Jesús, y por eso la invocamos en todas las misas, siempre hacemos referencia a la Virgen María, porque está junto a Jesús para estar junto a nosotros.

Pidámosle al Señor, que sigamos profundizando en este gran misterio de la maternidad de nuestra propia salvación. Que le podamos decir al Señor: Por tu Palabra conocemos, profundizamos, tu voluntad sobre la humanidad, y en esta humanidad que depende de las familias para seguir adelante, las familias están engendrando hijos, las familias con papá y con mamá van haciendo comunidades de amor. Así se va salvando el mundo: Con familias que sean comunidades de amor, paz, tranquilidad. Ese es el verdadero camino de la salvación: las familias: Pues benditas mamás y benditos papás que les acompañan, sus esposos, muchas felicidades y seguimos pidiendo por ustedes, y que el Señor verdaderamente les recompense todos los desvelos que hacen por sus hijos. Amén.

Son 5 en Mérida

Por su parte, la Hermana Andrea comentó que el concelebrante de la misa del Día de la Madre, el padre Antonio Tamayo, es además el capellán del colegio “Cristóbal Colón” y de la comunidad religiosa Hermanas Siervas de Jesús Sacramentado, que son 5 aquí en Mérida, y en el resto del país y el mundo son más de 500. Dijo también que ellas están en Estados Unidos, Guatemala, Perú y Chile. En el colegio Cristóbal Colón, que es católico, se imparte primaria y secundaria.

(Roberto López Méndez)

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