Yucatán

La gran ceiba y el color verde, raíz espiritual de los mayas

Luis Alvarado Alonzo, ex funcionario de la Sedeculta y promotor cultural, dijo ayer que el Popol Vuh es un libro de gran importancia y que desde años antes ha llamado la atención de todo el mundo y se ha traducido a innumerables idiomas, ya que es un libro de Consejo que contiene el concepto de creación de los mayas.

Como parte de los desayunos que organiza la Academia Liberal de Yucatán, Alvarado Alonzo ofreció la charla “Los mayas y el Popol Vuh”, en la que habló del que se considera el más importante de los textos mayas, por su valor histórico y también mitológico, y que relata la historia de linaje quiché.

Expuso que se trata de un libro de Consejo, en el que se incluye además una narración de concepto de creación y que contiene registros hasta el año 1554, año en que se acabaron los Consejos Mayas.

En la cronología de hechos, expuso que en 1524 se dio la destrucción de Atitlán por parte de Pedro de Alvarado y en 1539 se instaló la nueva población de Atitlán en Chicastenango. En 1554 es el año en que finalizan las narraciones del texto y dijo que se supone que se escribe y se guarda al término del registro de los textos finales del libro.

En 1688, dijo, llegaron religiosos al Curato y el Padre Francisco Jiménez en Santo Tomás Chuilá, hoy Chicastenango. Aquí es donde se guarda y aparece muchos años después el texto original entre los archivos de la sacristía.

En 1700 el padre Jiménez, conocedor de la lengua quiché en uso, al hallar tan antiguo escrito en quiché con algunos textos en castellano, lo transcribe.

En 1722 lo revisa, le da secuencia, lo hace literal y lo incluye en su historia de San Vicente de Chiapa, pero en 1830 se expulsa a los religiosos de Guatemala. En 1862 el investigador Brasseur de Bourobourg obtiene una copia y lo publica en París.

En 1925 se publica una traducción de George Raynaud en París y en 1927 se traduce al castellano y su historia continúa y se estudia hasta nuestros días y el original se encuentra ahora en una biblioteca de los Estados Unidos.

Destacó que el Popol Vuh narra de manera alegórica la creación, con hombres de madera, de barro y finalmente de masa de maíz de cuatro colores, como conclusión de un periodo en que fuerzas opuestas entran en conflicto, se enfrentan y se eliminan.

Tales fuerzas se dan a través de dioses y personajes defectuosos de actitudes y deformaciones de pensamiento y acciones. Esos cuatro colores son los que los mayas asignan a los cuatro puntos cardinales del plano terrestre.

Al centro de estos cuatro colores está la gran ceiba y el color verde, que es sinónimo de vida, raíz espiritual de los mayas, y que fue retomada en una cruz verde en la Guerra de Castas. Dijo que esta cruz es verde, es de vida, de vegetación, a diferencia de la cruz católica que es de muerte, que nace a partir del sacrificio.

(David Rico)