Roldán Peniche Barrera
Yucatán Insólito
A la alta edad de sus 98 años ha fallecido D. Romeo Frías Bobadilla, decano de los periodistas yucatecos, antiguo colaborador de POR ESTO! y orgulloso defensor de las bondades de su natal Progreso. Lo tratamos poco, no sólo por la diferencia de edades sino por la geografía. Sin embargo, lo saludábamos con gran afecto cuando visitábamos Progreso, sea bien en el café “El Cordobés” o a las puertas de algún restaurante de esos que están a la orilla del mar, malecón de por medio.
D. Romeo andaba siempre con la sonrisa esgrafiada en el rostro y dispuesto a estrechar nuestras manos y dirigirnos un saludo cordial. Cuando Faulo Sánchez presentó en la Biblioteca Yucatanense, hará algún tiempo, su serie de publicaciones en línea de la obra de un número de destacados periodistas colaboradores de los periódicos del siglo pasado, incluyó a don Romeo, como era de esperarse. El Dr. Decano leyó un entusiasta discurso de recepción en el que nos regaló con los datos esenciales de su vida, sin faltarle en su amena lectura, alguna chispa de humor, no sabemos si voluntario o involuntario, mas siempre festivo. El bibliófilo Mtro. Mario Aranda, quien vivió en Progreso una larga temporada, acudía al “Cordobés” todas las mañanas a compartir el café con don Romeo y otros amigos, y me decía que su sola presencia hacía que valiera la pena gastarse un par de horas escuchando tan sabia disertación.
Lástima. Ya no escucharemos más la charla ática de don Romeo que seguramente tendrá mucho más que decirle a San Pedro y a los ángeles y arcángeles que le rodean. Descanse en paz ese gran señor, D. Romeo Frías Bobadilla.
El Dr. Mendiburu y el rutinario menú de sus cánidos
Después de desayunar en la Sala de Fiestas del Dr. D. Tomás Mendiburu, fuimos invitados a observar a sus tres grandes perros Lobo, Sure (Shur) y otro cuyo nombre no recordamos ahora, al ser alimentados personalmente por su amo el dicho médico, pintor y capitán. Este no compra en el súper Dog’s Food sino adquiere en los mercados trozos de carne cruda fresca con todo y hueso. Y delante nuestro, se consagró a alimentarlos hasta que se hartaron. Podíamos escuchar el ruido de los colmillos caninos destrozando los huesos, a tal grado que no dejaban ni una pizca. ¡Muy bien, doctor, Ud. sí sbe alimentar a sus mascotas! ¡Felicidades!
El colon nuestro segundo cerebro
Por Jorge Parra Zapata
“Come poco y cena menos
que la salud de todo el cuerpo
se fragua en la oficina del estómago”
Miguel de Cervantes Saavedra
No estaba equivocado don Miguel de Cervantes Saavedra, autor del Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, cuando dijo la expresión antes mencionada, en virtud de que en nuestro aparato digestivo se gestan todas las enfermedades, aparte de que el aparato digestivo tiene una porción del intestino grueso llamado colon, parte que en la actualidad los médicos le llaman el segundo cerebro, ya que tiene más neuronas que la espina dorsal y actúa independientemente del sistema nervioso central; dichas neuronas funcionan como una especie de sensor que capta todo lo que nos afecta del exterior y lo que puede dañar a nuestro organismo a través de los alimentos que ingerimos; cuando eso sucede el colon nos lo manifiesta de diversas formas como pueden ser: las colitis o sea la inflamación del colon, diarreas, cólicos en forma de retorcijones, gases, etc. Esas manifestaciones las utiliza el colon para darnos a entender que ya hemos sobrepasado los límites de la mala alimentación o del estrés, es decir, las tensiones nerviosas, las cuales son una de las principales causas que impiden el buen funcionamiento del colon, desde luego que los malos hábitos alimenticios en menos tiempo del que nos imaginamos pueden causar serias molestias no tan sólo al colon sino a todo el aparato digestivo: esofagitis, gastritis, etc., y cuando el colon se afecta lo manifiesta a través de una enfermedad llamada colon irritable.
La vida agitada que llevamos y el abuso en el consumo de alimentos ricos en azúcar refinada, sal, grasa saturada y harinas son una verdadera bomba de tiempo para el colon, así como las gaseosas, en especial las aguas negras del imperialismo y las bebidas alcohólicas.
Otro de los grandes enemigos del colon son las comidas irritantes, el café, el cigarro y la comida chatarra.
(Continuará mañana)