No hay política clara en materia de migración en México

El sacerdote y activista de derechos humanos, Alejandro Solalinde Guerra, consideró que México está en una etapa de transición que genera cambios en todos sentidos y uno de ellos es el tema migratorio, del cual consideró que sí se llegará a contar con políticas que respeten los derechos humanos.

El director del albergue para migrantes “Hermanos en el Camino” de Oaxaca, participó ayer en la XVIII Semana Cultural de la Diversidad Sexual, donde expuso que hay que entender la complejidad que vive México, pues estamos no sólo un momento de transición, sino de transformación.

“Estamos en transición inicial de un país desastroso que nos dejaron, a un país que va a buscar la democracia, pero todo está revuelto, muy confundido, hay descontentos con el cambio”.

“Lo que vivimos ahora más que un cambio de gobierno o de régimen es una revolución y, como su nombre lo dice, lo altera todo, todo está cambiando y en este contexto la migración sigue llegando, una migración muy compleja y espontánea, pero también guiada, una población que de verdad es una crisis humanitaria, pero que está conducida por grupos enormes de polleros, eso es un hecho y que, además, tiene efectos geopolíticos dedicados a México por parte de Estados Unidos”, expresó.

Tanteos y sobresaltos

Sin embargo, dijo que en el tema migratorio se ha dado una diferencia entre lo que piensa el Presidente Andrés Manuel López Obrador y la parte operativa de Gobernación a través del Instituto Nacional de Migración, y “por ello es un decir y desdecir, un intentar”.

“Hay un tanteo, no hay políticas públicas, pero yo creo que vamos a lograr lo que quiere Andrés Manuel; aunque ha habido sobresaltos en el nivel operativo de Gobernación, es un hecho que sí, pero primero empieza con estaciones migratorias que son verdaderas cárceles y dice que ahora serán albergues, lo que es un gran avance”, señaló.

Solalinde Guerra consideró que hay un verdadero intento del gobierno de López Obrador de encontrar formas de respetar los derechos humanos y de que se concrete su idea como Presidente de la República.

Dijo que no hay que olvidar que en la migración hay trata de personas, secuestro, extorsión, tráfico de órganos, y “todo el negocio ilícito a costa de la vida humana que se ha convertido en mercancía, es real”.

Además, destacó que en estos grupos migratorios hay personas de la diversidad sexual, el cual es un sector muy vulnerable, porque la sociedad sigue siendo muy moralina, no acepta desde la fe, y desde la religión condena la diversidad.

“Jesús no nos da a escoger a quién amar y a quién no, él dio la vida por todos y por qué nosotros vamos a ser más que Jesús y por qué no amarlas. Puede que no estemos de acuerdo en muchas cosas, pero la diversidad nos permite ser nosotros mismos, pero de eso a etiquetar y excluir, eso no es evangélico”, finalizó.

(David Rico)