Pilar Faller Menéndez
Si bien Yucatán es un paraíso, el calor es un precio que debemos pagar los yucatecos por disfrutar las bondades de nuestro Estado, ya que las altas temperaturas que se están registrando, están causando que el calor se vuelva muy difícil de soportar, debido a que se han llegado a registrar temperaturas de hasta 41 grados, y según los pronósticos de la CONAGUA continuaremos con temperaturas superiores a los 40 grados, lo cual no resulta nada halagador debido a las consecuencias que puede provocar el calor.
Muchos se refugian en las plazas comerciales que tienen aire acondicionado, con el fin de mitigar la sensación térmica que estamos sintiendo, y quienes tienen el privilegio de contar con aires acondicionados en sus casas, no pueden resistir la tentación de encenderlos, a pesar de saber que este uso excesivo tendrá repercusiones en sus próximos recibos de luz.
La defensa que experimenta el cuerpo ante el calor es la sudoración, ya que permite que éste se enfríe, pero en los climas calurosos con altos niveles de humedad la sudoración no es suficiente para enfriar el cuerpo, pudiendo ocasionar que la temperatura corporal alcance niveles peligrosos, con la posibilidad de desarrollar enfermedades causadas por el intenso calor.
Estas enfermedades ocurren cuando las personas permanecen expuestas al calor demasiado tiempo, y es que hay quienes para su sustento diario deben hacerlo, como la gente del campo, o de mar que no puede protegerse con un techo que les proporcione un poco de sombra, aunque ésta sea insuficiente. Los riesgos se vuelven mayores en los adultos mayores, los niños pequeños y aquellas personas que padecen alguna enfermedad o tienen sobrepeso, así como para quienes ingieren algunas medicinas o alcohol.
Las enfermedades que pueden contraerse durante la exposición a temperaturas tan altas pueden ser el llamado “Golpe de calor” que resulta sumamente peligroso ya que la temperatura corporal puede subir hasta los 41 grados Celsius en tan sólo minutos. Los síntomas que se experimentan incluyen piel seca, un pulso rápido y fuerte, náuseas, mareos y hasta confusión, motivo por el cual, de padecerlo es necesario recurrir inmediatamente a un médico.
No es de extrañarse que muchas personas experimenten agotamiento, el cual puede darse al estar expuesto durante varios días a las altas temperaturas y sin líquidos suficientes, motivo por el cual se experimenta una sudoración profusa, un pulso rápido y débil, así como una respiración rápida, que de no recibir tratamiento, puede convertirse en el golpe de calor.
Quienes realizan ejercicio intenso pueden sufrir calambres por el calor, los cuales vienen acompañados por dolores o espasmos musculares, principalmente en el abdomen, los brazos y las piernas. Otra de las consecuencias de las altas temperaturas son las erupciones cutáneas, ya que el exceso de sudoración puede provocar en la piel irritaciones, las cuales son más comunes en los niños pequeños.
Ante la imposibilidad de reducir las temperaturas, se pueden reducir los riesgos de padecer las consecuencias anteriormente mencionadas bebiendo muchos líquidos a fin de evitar la deshidratación, evitar consumir fuertes cantidades de sal y tratar en lo posible de no estar expuestos al calor durante mucho tiempo.
Una forma a mediano plazo de reducir esta sensación térmica que experimentamos es la reforestación, así como la creación de más espacios verdes en los que se incluyan árboles, ya que solamente plantar césped no es suficiente, debido a que éste no produce la sombra de un árbol, la cual reduce la sensación del calor, y está demostrado que a mayor cantidad de árboles, la temperatura se reduce.