Luis Carlos Coto Mederos
425
Entre puercos
El puerquito que Asunción
trajo de Pinar del Río,
a la puerca de Darío
hizo esta declaración:
Concha de mi corazón,
quiero verte en el chiquero.
Y ella dijo: No te quiero,
porque tú eres un cochino
que vives en el camino
bañándote en el fanguero.
No me vengas con finuras
que ayer te vi en Camarones
junto con cuatro lechones
en peligrosa aventura.
Zarandeabas la cintura
atada con un arique,
si quieres que más te explique:
en la fiesta del marrano
con un verraquito cano
bailabas el mozambique.
No me vengas con pamplinas
ni te me hagas el taco,
que naciste de un verraco
y una puerca parlanchina.
Déjate de más rutina,
si tú eres un pordiosero
que comes en un caldero,
¿por qué te das tanto rango,
si vives dentro del fango
y comes en un chiquero?
Félix Brito Sánchez
426
Traqueteo en el techo
Gran alarma se formaba
en casa de Doroteo,
pues tremendo traqueteo
en el techo se escuchaba.
La mujer hasta pensaba
que se acercaba su fin;
armaron un gran trajín
y con palos se subieron
en el techo y descubrieron
un cangrejo sobre el zinc.
Hugo León Concepción
427
La guarandinga
El amigo Juan Mateo
con su señora Dominga
montó en una guarandinga
y se fue a dar un paseo.
Pero fue tanto el bacheo
que al terminar la excursión,
el viejo perdió un pulmón,
el esófago, el sentido;
mientras la vieja ha perdido
el hígado y un riñón.
La guarandinga no es mala,
es un camión hecho guagua,
que al paso de bibijagua
va recorriendo su escala.
En ella monta Pascuala,
la mulata Encarnación;
pero como es un camión
grita la última de atrás:
Este carro brinca más
que la yegua de Ramón.
Por Manicaragua fui
hasta la finca El Serón
y válgame este camión
porque el viaje resolví.
En este viaja Lilí,
Justo, Pepilla, Vilinga,
pero qué dice Dominga
que viaja rumbo a Güinía:
Este carro cualquier día
me va a sacar la gandinga.
Como que es mucho el pasaje
y el que sale algo va a hacer,
la cuestión está en tener
en qué realizar el viaje.
Yo preparo mi equipaje
para que se me distinga,
viajo con Chucho Moringa,
Calderón, Juanita o Rosa,
y al no tener otra cosa
me embarco en la guarandinga.
Secundino Pérez Triana