Roger Aguilar Cachón
Una de las etapas más bonitas en la vida de todas las personas es la adolescencia, ya que es en ésta en donde se experimentan no sólo cambios en el cuerpo sino también es el momento oportuno para que ellos obtengan todo tipo de información que les servirá en su futura vida. Misma que les llegará de todas partes y es aquí donde estriba la importancia de un adecuado mensaje.
Hoy día es cuando la Internet está al alcance de todos, cuando las redes sociales han venido a cambiar la perspectiva de la comunicación, los adolescentes se encuentran inmersos en esta telaraña de información que en muchas ocasiones les llega con algún ruido y les ocasiona un grave daño que repercutirá no sólo de manera individual, sino que sus efectos se trasladarán a su familia, escuela y entorno en que se desenvuelven.
Uno de los problemas que aquejan a los adolescentes hoy día y que hemos podido saber mediante la reunión de pares y bien por medio de la prensa, es la drogadicción, que es una de las patologías sociales que encuentran en los adolescentes un campo fértil para reproducirse y sentar sus anchas.
Los adolescentes, ya sea por imitación de lo que ven en la televisión, por las “malas compañías”, por la desintegración familiar. O simplemente por “probar”, se introducen a un mundo desconocido en el que nadie sabe cómo saldrá de él. Ellos se reunirán en el espacio que les sea propicio, en donde encuentren soledad o bien en ocasiones desafiando a la autoridad para probar la droga que ha llegado a sus manos que en ocasiones es por medio de sus amigos o que a adquieren para demostrar que son “machines” ante sus demás compañeros.
Las drogas que más se utilizan son aquellas que pueden ser adquiridas sin mayor problema y que pueden ser fumadas o bien alguna pastilla que les produzca somnolencia y pérdida de la voluntad y que se hará visible entre sus compañeros y maestros. Es uno de los signos que pueden ser detectados de manera inmediata y que al darse cuenta de ellos hay que prestar la ayuda debida para evitar problemas mayores.
La prevención de la drogadicción es una de las tareas de los padres de familia y de los profesores, cada uno en su área deberá realizar determinadas tareas para informar de manera debida a sus hijos del daño que causan las drogas y de las consecuencias en su vida futura si alguno de ellos llegase a ser presa de ellas.
La adecuada información, el ejemplo de lo que se dice y se hace, el procurar una armonía en el hogar, el de mantenerse ocupados en labores productivas como la lectura, los deportes y los deberes en la casa de seguro mantendrán a los adolescentes alejados de las drogas. La orientación que los padres pueden proporcionarle a sus hijos repercutirá en ellos, el enseñarlos a ser respetuosos, el de hacerles ver que los valores son muy importantes para la vida así como la diaria vigilancia, de seguro repercutirán en sus vidas futuras. Mens sana in corpore sano, reza un dicho que conlleva una verdad.
En las escuelas se deben de planear estrategias que traten de subsanar algunas de las deficiencias que en los hogares de los adolescente puede haber, esto es, tratar de seguir alguno de los pasos que el de la tinta propone para evitar que las drogas lleguen a los alumnos y que ellos sean presa del consumo de las mismas.
Hay que hacer una planeación siguiendo los siguientes pasos, solamente mencionaré aquellos que pueden ser adoptados por toda las escuelas, independientemente del número de alumnos que tengan así como de la ubicación. Son algunas ideas que el de la letra propone basado en el conocimiento de la adolescencia, de los medios, así como de su trayectoria en el campo de la educación.
Primero.- Realizar una vigilancia diaria y de manera espontánea a los alumnos en sus salones, revisando no sólo el aspecto físico de ellos sino también de sus mochilas en donde llevan sus útiles escolares, ya que es el lugar en donde existe la posibilidad de encontrar drogas. Para esto es necesario crear una serie de estrategias y decir que la vigilancia y la revisión de sus bolsas se pueden deber a ciertas circunstancias, omitiendo la palabra drogas para de esta forma no ponerlos sobre aviso.
Segundo.- Organizar una serie de pláticas en coordinación con los profesores del área de las ciencias sociales, el departamento de Psicología (si lo hubiera) y las autoridades de la escuela, tendiente a proporcionar información acerca del tema de los drogas, invitando a personas que sean las adecuadas para tal fin. Así como talleres en donde los profesores también puedan acudir a ellos.
Tercero.- Elaborar periódicos murales, carteles, trípticos y todo el material que pueda ser informativo para los alumnos y que ellos mismos lo realicen en coordinación con lo profesores del área de Formación Cívica y Etica. Los productos ponerlos en los lugares públicos visibles para que los alumnos, maestros y cuantas personas acudan a la escuela puedan verlos y leerlos.
Cuarto.- Que los encargados del apoyo docente en las escuelas, llámense prefectos, realicen su tarea diaria, tratando de encontrar el menor acto que pueda llegar a ser sospechoso de la utilización de drogas por parte de los alumnos.
Quinto.- Planificar docentes y autoridades educativas de cada escuela, reuniones con los padres de familia de carácter informativo acerca del peligro del uso de las drogas en los adolescentes,
Considero que si se toman en consideración los puntos arriba mencionados, los adolescentes y los padres de familia tendrán la información adecuada acerca de las consecuencias del uso de drogas.