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El Sanatorio “José Rendón Peniche” es una obra icónica del socialismo yucateco y no sólo porque se hizo para dar atención a los trabajadores ferrocarrileros, sino porque con la obra se reivindicó la arquitectura maya prehispánica, destacó ayer el Dr. Marco Aurelio Díaz Güémez.

Al participar ayer en el XII Seminario Nacional “Do.co.mo.mo./México”, que se llevó a cabo en la sede del Cephcis de la UNAM, en el ex Sanatorio “Rendón Peniche”, dijo que el inmueble fue hecho por el Sindicato de Ferrocarrileros que se fundó en 1911 al calor de la Revolución Mexicana; los ferrocarrileros fueron asimismo fundadores del Partido Socialista Obrero y fueron protagonistas de la administración de Ferrocarriles Unidos de Yucatán desde 1915, cuando fue incautada a la iniciativa privada por el gobernador Salvador Alvarado.

Explicó que desde 1915 hasta 1921 aproximadamente el Sindicato Ferrocarrilero fue un protagonista del nuevo socialismo que a la postre se volvería el régimen gobernante, el socialismo postrevolucionario en Yucatán, protagonizado con el Partido Socialista del Sureste.

“Bajo estos preceptos ideológicos era importante para este sindicato construirse un hospital porque una de las grandes quejas en 1911 cuando se constituyeron como sindicato, incluso llamando a la huelga general en Yucatán, eran las condiciones inhumanas de la gente de los talleres de reparación y construcción que estaban en La Plancha”.

“Y cuando ya tienen el poder y son parte integrante del consejo de administración de la compañía y son fundadores del Partido Socialista, construyen un hospital y así el sanatorio es una obra de equipamiento para ferrocarrileros y sus familias y en este sentido es una obra socialista”, expresó.

Dijo que, hasta donde se tiene memoria, el inmueble funcionó hasta mediados de los años 70, fechas en que hubo un traspaso de muchas instituciones de salud de los estados al IMSS.

Caso paradigmático

“El caso paradigmático de Mérida fue el “20 de Noviembre” que pasó a ser el Hospital Juárez y me imagino que también los ferrocarrileros pasaron al IMSS y a lo mejor ya encontró un poco antigua la edificación para que siguiera funcionando como hospital”, agregó.

Dijo que el sanatorio fue diseñado originalmente por un ingeniero norteamericano Gregory Web, pero se empieza la obra en 1916 y a punto de terminarse deciden cambiarle la fachada y entra en escena el arquitecto Manuel Amábilis, autor del Parque de las Américas.

“Aquí se toma la reivindicación del arte prehispánico como parte de nuevo proyecto revolucionario, y en menos de 6 meses realizó la transformación de la fachada y ese fue el gran aporte para que terminara pareciendo una obra socialista”, destacó.

Hoy el edificio alberga el Cephcis de la UNAM y destacó que forma parte de toda una construcción en el espacio público que hizo el socialismo de Yucatán que gobernó de 1918 y sus herederos hasta 1951.

“Esta obra fue emblemática porque fue posible demostrar que sí se podía usar la arquitectura prehispánica y era parte de la reivindicación que proponía el socialismo”, destacó.

(David Rico)

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