Roldán Peniche Barrera
El DRAE no admite este viejo yucatequismo; sólo pedigüeño:
PEDIGÜEÑO, A. adj. Demasiado aficionado a pedir.
Añade más adelante que la voz en México para pedigüeño es “pedinche”, vocablo que nadie utiliza en Yucatán, donde preferimos decir “pedilón”. No lo incluyen en sus vocabularios el Dr. Güémez Pineda y Edgar Rodríguez.
En cambio, Santamaría expresa:
Pedilón, na. adj. y s. Pedigüeño, amigo de estar pidiendo constantemente. Es vulgarismo. En España pedigón.
Nada dice Ramos y Duarte en su diccionario del siglo XIX, si bien estamos seguros de que ya se utilizaba el término en la península.
Veamos un ejemplo:
-Ya me harté del Becerro -se queja el tío Pascual sentado a la mesa de los sabios del Moncho’s-. No quiero ni verlo.
-¿Y por qué así, tío? -lo interroga el Salo, que pasa por el lugar.
-Ya le di prestada mi cafetera y no me la devolvió; le regalé una bacinilla porque no tenía… le di un kilo de puerco del mercado…
-¡Oiga, tío! ¡Eso es demasiado…!
-Y también mi plancha desde hace un año. Y me pidió veinte pesos pa’l cine, que pa’ invitar a X-Marucha, y unos pantalones viejos que pa’ que desyerbe y…
-¡Ay tío! Ya ni la sigas. Es un verdadero “pedilón”.