El Taj Mahal, un prodigio arquitectónico basado en una historia de amor

Lloraba un alma enamoradalágrimas, dolor, pena, llantoun corazón entona su triste cantouna mano, cansada, tras su ventana cerradaAllí desde su palacio, desde su ventanaadmira aquella lágrima blancapoesía hecha arte, arte que la pasión arrancapara ti, mi amada, mi esposa, mi alma hermana

Considerado por la UNESCO como Patrimonio Mundial, y una de las siete maravillas del mundo moderno. El Taj Mahal es un mausoleo que se encuentra ubicado cerca de la ciudad de Agra, en el estado de Uttar Pradesh en la India, y fue mandado a construir por el emperador Mughal Shah Jahan como tributo de amor a su esposa Mumtaz Mahal, quien falleció dando a luz. Cada año recibe la visita de aproximadamente 3 millones de personas las cuales quedan perplejas ante su majestuosidad. Su nombre guarda un significado muy especial: Taj significa “corona” y Mahal “Primera dama del palacio”.

El amor ha sido fuente de inspiración de grandes obras de arte en todo el mundo, y la historia se ha nutrido de él. El Taj Mahal es una proeza increíble de la arquitectura, que agrega a su belleza una historia de amor que lo hace todavía más bello. Podría decirse que este monumento es una poesía hecha arte, una obra que solamente un alma enamorada podría ser capaz de legarle al mundo.

El Taj Mahal guarda una soberbia perfección en todo su conjunto, como su simetría, los estanques que guían el camino para llegar al templo de mármol, en los cuales flotan flores de loto. El monumento es una cúpula central que tiene 73 metros de alto, la cual se encuentra rodeada de cuatro cúpulas más pequeñas con cuatro minaretes a los extremos, este complejo de edificios fue construido entre 1631 y 1654.

Adentro del mausoleo hay una cámara de mármol en forma octagonal que alberga un cenotafio o falsa tumba de Mumtaz Mahal. En las entradas arqueadas hay versos inscritos del Corán y a lo largo de la estructura pueden apreciarse piedras semipreciosas incrustadas como lapislázuli, jade, cristal, turquesa y amatista en diseños complejos.

¿Cómo comenzó esta historia de amor? Cuentan que Sha Jahan conoció a Mumtaz en un bazar donde ella vendía cristales, Sha Jahan quedó admirado por su belleza y se casó con ella cinco años después. Sha Jahan tenía ya dos esposas, pero Mumtaz Mahal fue conocida como “la elegida del palacio”.

En ese tiempo el emperador era el padre de Sha Jahan, Jehangir, que al fallecer, Sha Jahan ocupó el trono. Dos años más tarde, en 1630, mientras se encontraba en una campaña militar en Burhanpur, le avisaron que Mumtaz tenía complicaciones en su parto, por lo que desesperado, regresó al palacio para poder pasar sus últimos momentos con ella.

Después de la trágica muerte de su esposa se recluyó en el Fuerte Rojo, situado en la orilla izquierda del río Yamuna, abandonando el Imperio en manos de sus sucesores, fue entonces cuando vislumbró desde el fuerte, al otro lado del río el lugar donde mandaría a construir el Mausoleo más impresionante que la mente humana pudiera concebir.

Para tal empresa, se utilizó a los mejores constructores y obreros, así como las mejores piedras y joyas, para el lugar de reposo de su amada esposa, e incluso hizo desviar el río Yamuna para que el Taj Mahal se reflejara en sus aguas. Tras dos décadas de construcción, en la que se necesitó el trabajo de más de 20 mil hombres y mil elefantes, finalmente en 1648 fue enterrada en el Taj Mahal, Mumtaz Mahal y junto a ella, años después el emperador para que ambos reposaran juntos por siempre.

Hay historias que cuentan que a los arquitectos que participaron en la construcción, una vez finalizada la obra, les mandaron cortar sus manos, a fin de que nunca pudieran diseñar en ningún lugar una construcción parecida. Otra historia cuenta que el emperador mandó dejarlos ciegos.

Aunque parezca increíble, este majestuoso monumento estuvo a punto de ser demolido por los ingleses a principios del siglo XIX, a fin de aprovechar el mármol de la fachada con el objetivo de venderlo en subastas.