Ana María Ancona Teigell “Mi vida tiene valor, mi cuerpo
no tiene precio”.-
Susan Anthony
La situación es crítica, terrorífica, alarmante, preocupante, ya que desde los primeros cuatro meses del 2019 una mujer es asesinada cada dos horas en algún rincón o estado de México y la cifra va en aumento. Lo que convierte a este año en el más violento de la historia del país. Por lo que tanto los gobiernos, como sociedad, padres de familia, escuelas, universidades, etc., tenemos que unirnos para concientizar e informar a nuestras jóvenes que salir por las noches a la calle requiere de ciertas medidas de seguridad y cuidados.
Según estadísticas realizadas por la SESNSP (Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública), desde el 1 de enero y el 30 de abril, un total de 1,199 mujeres murieron de forma violenta en México, lo que arroja una media de diez al día, en una tendencia ascendente, ya que enero registró 302 y abril 315.
En los últimos cuatro años —los datos aportados parten del 2015—, las víctimas mortales han aumentado un 97 %, ya que en el 2015 fueron 610 víctimas; en el 2016, 847; en el 2017, 967 y en el 2018, 1,142.
También es el cuatrimestre más trágico para niñas y adolescentes, con 114 menores muertas, una al día, frente a las 98 del año anterior; las 82 del 2017; las 74 del 2016 y las 84 del 2015.
Sin embargo, el SESNSP, que recopila la información de las denuncias ante la Fiscalía y de las llamadas al 911, clasifica sólo el 25 % de estas muertes violentas como posibles feminicidios.
“El problema es que no pasa nada, que hay impunidad total”, ha dicho Lourdes Enríquez, del Centro de Investigaciones Estudios de Género (CIEG), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Amnistía Internacional en México, ante este panorama imparable de asesinatos, ha lanzado una campaña #JuntasHastaLaVida, que busca colocar los asesinatos de mujeres en el centro de la agenda pública del país. Tania Reneaum Panszi, directora de la organización, dice: “La campaña nació de la idea de que las mujeres unidas somos más fuertes para ser conscientes de la realidad que vivimos en nuestro país, para conocer nuestros derechos y exigirlos.” Esta organización gira en torno a la sororidad, al apoyo y acompañamiento entre las mujeres.
Los objetivos son: “Sumar todas las voces para lograr que el Estado Mexicano dé el valor que nuestras vidas merecen. Si bien el gobierno federal presentó en marzo un plan emergente para garantizar la integridad, seguridad y la vida de las mujeres y niñas de México, no hay ninguna política pública específica y no es un plan distinto a otros.”
La presidenta del comité directivo de Al México, Marcela Villalobos, acusó al Estado Mexicano de no cumplir con su responsabilidad de identificar, procesar y sancionar a los responsables de feminicidio y la violencia de género, como tampoco brinda y ofrece un proceso de reparación del daño ni garantía de no repetición.
No hay que tomar en saco roto lo que está pasando con nuestras mujeres y niñas, esto es muy grave y serio, y tenemos que estar alertas y poner en alerta a nuestras hijas y nietas para que sepan cuidarse.