El primer sorbetero de Yucatán, y el segundo El 'Panorama” de don Blas Díaz

Roldán Peniche Barrera

Yucatán Insólito

Don Blas Díaz, nombre con que se autollamó en español el maestro italiano Biaggio Donnadio, deviene el segundo en la venta de sorbetes en Yucatán. Y es que por 1849, ya vendía sorbetes en su gran mansión de las calles 63 y 60 (esquina conocida como El Gallito) el muy acaudalado hacendado y empresario D. Darío Galera, imperialista al cien por ciento que hospedó a la emperatriz Carlota en la segunda planta de dicha residencia, donde por cierto se celebró un gran baile en su honor al que sólo se podía acceder con rigurosa invitación palomeada por la misma emperatriz.

El pueblo, el verdadero pueblo, se mantuvo durante toda la noche hasta la madrugada en las calles aledañas escuchando los valses de Strauss y soñando despierto.

El “Panorama” de don Blas: antecedentes del cine

Faltarían muchos años para que Mérida contara con sus cines inaugurales y apenas comenzaban a hacerse pruebas del cinematógrafo en Europa. Sin embargo, don Blas Díaz ya había traído de Italia un “Panorama”, “donde la gente en cuatro o cinco grandes cristales de aumento contemplaba de relieve -nos dice D. Gustavo Río- vistas de Europa y de otras partes del mundo”, seguramente ante el pasmo de los meridanos de hace 150 años.

No había luz eléctrica

Antes del siglo XX no existía la luz eléctrica en Yucatán. Las oscuras calles, tristes y melancólicas, sólo estaban iluminadas por faroles y ni siquiera los foquitos eléctricos existían. Esto es, transcurridos cien años de la muerte trágica de D. Lucas de Gálvez, gobernante del siglo XVIII quien mandó colgar los más brillantes faroles de su época, todavía se alumbraba la ciudad de la misma manera.

Yucatán y su gran potencial turístico

Por Jorge Parra Zapata

El Estado de Yucatán es uno de los pocos Estados del país que cuenta con un gran potencial turístico, en virtud de que tiene al mismo tiempo turismo recreativo y turismo cultural, independientemente de lo anterior, también brinda al turismo tranquilidad y seguridad puesto que nuestro Estado está considerado como el más seguro del país.

Las arenas blancas de Puerto Progreso, Celestún, Sisal, Chicxulub y demás playas que conforman la costa yucateca hacen del turismo recreativo el sitio ideal para disfrutar de sus playas, unidas a un sinnúmero de actividades recreativas para chicos y grandes, las cuales se complementan con su riquísima gastronomía al igual que su folclore y su amplia gama en hotelería.

Hablarle al turismo de que Yucatán cuenta con ríos subterráneos llamados cenotes y explicarles el origen de los mismos, seguramente será una noticia que dejará perplejo a cualquier turista, el cual vivirá una experiencia inolvidable al nadar en las cristalinas aguas de los mismos.

Se puede decir que hay tres tipos de turistas, los que prefieren el turismo recreativo, los que se interesan más por el turismo cultural y viajan a Yucatán por el gran deseo que tienen de saber acerca de la portentosa cultura maya y el tipo de turista que viene a disfrutar del turismo recreativo pero al mismo tiempo le interesa saber acerca de nuestras ciudades coloniales y en especial todo lo relacionado con la cultura maya.

Como podemos observar en este comentario, Yucatán tiene todo lo necesario para satisfacer el gusto de los diversos tipos de turistas y pienso que lo que nos falta para convertir al Estado en una potencia turística mundial, es hacer conciencia de que impulsar el turismo es tarea de todos, no solamente del Gobernador y de la Secretaría de Turismo, ya que la derrama económica que deja el turismo redunda en beneficio de todos.

Cuando visitamos otros países y vemos el especial cuidado que ponen sus habitantes en la conservación de sus museos y demás centros de atracción turística, pienso que nosotros también podemos hacerlo respetando y cuidando nuestras playas y todo el patrimonio cultural con el que contamos como son nuestras ciudades mágicas de Izamal y Valladolid así como nuestras zonas arqueológicas entre las que se encuentra Chichén Itzá considerada una de las 7 maravillas del mundo moderno.

Un abrazo

Jorge Parra Zapata