Misa de acción de gracias de la Generación 1962-1965 de maestros

–Qué bueno que ustedes, los miembros de la Generación 1962-1965 de maestros egresados de la Escuela Normal Rodolfo de la Peña se acuerdan de llevar con el ejemplo de su trayectoria de vida estas palabras que Cristo nos dejó: amor, servicio y sacrificio, y qué bueno que ustedes siempre se acuerdan de venir para dar gracias al Señor.

Eso dijo ayer el padre Arturo Rodríguez, párroco de la iglesia del Inmaculado Corazón de María del Fraccionamiento Brisas, durante la misa de acción de gracias en honor a Jesucristo y a la Santísima Virgen María ofrecida por esa generación de maestros al cumplir 54 años de haber egresado.

Y añadió:

–Es bueno agradecer a Dios tanto beneficio. Pero cuando nosotros venimos a darle gracias a Dios, no le aumentamos ni un gramo para gloria de Dios. El beneficio no es para Él. Es para nosotros. La gracia de Dios precisamente y las alabanzas que le damos a Él, nos caen a nosotros de rebote en sus bendiciones.

Que siempre ustedes sean hombres y mujeres de vida cristiana en el hogar, el trabajo, la sociedad, la Iglesia, y que siempre verdaderamente podamos decir: Verdaderamente yo creo que tú, Señor Jesús, estás aquí. No me queda más que agradecer todo el resto de mi vida tantas bendiciones que he recibido de ti. Todas buenas, porque todo lo que viene de Dios es bueno. Enhorabuena para ustedes, maestros y maestras, y muchas felicidades

Una celebración muy importante

Entrevistada antes de la misa, la profesora Emma del Socorro Arcila Arce de Torres comentó:

–Los integrantes de la generación 1962-1965 cumplimos 54 años de habernos graduado en la Normal de Maestros Rodolfo Menéndez de la Peña.

Venimos primero a la iglesia a esta santa misa porque tenemos que darle gracias a Dios de que todavía tenemos salud y podemos asistir. Hay muchos compañeros que ya se quedaron en el camino. Entonces por eso es que principalmente venimos a darle gracias a Dios y a la Santísima Virgen de que todavía podemos caminar y podemos estar. Entonces esta celebración es muy importante.

El compañero Miguel Rubio, muy amable, nos ofrece una haciendita que tiene aquí por Conkal, y ahí vamos a ir a almorzar después de la santa misa en esta Iglesia de María Inmaculada del Fraccionamiento Brisas.

Finalmente, doña Emma nos dijo:

–Queremos dar las gracias a don Mario Renato que cada año nos han cubierto nuestras celebraciones. Los apreciamos mucho a él y a doña Alicia.

(Roberto López Méndez)