Yucatán

JuvenIMSS proporciona orientación a jóvenes

El “bullying” o acoso escolar se ha convertido en un problema recurrente, en el que niñas, niños y adolescentes de primaria, secundaria y preparatoria son agresores o víctimas de ese mal, por lo que es importante prevenirlo y/o detectarlo a tiempo.

Se manifiesta con agresiones psicológicas, verbales o físicas hacia una persona en particular, los conflictos se convierten en “bullying” cuando existe una intención de agredir a la víctima de manera constante, la o el agresor no presenta sentimientos de compasión por la víctima y en la mayoría de los casos, hay una desigualdad entre ellos, como puede ser la edad, estatura o popularidad, explicó la trabajadora social del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán, Georgina Dzul Cimé.

La o el agresor comúnmente justifica su agresividad, al señalar diferencias que tienen que ver con cuestiones de raza, religión, género, origen, estatus económico, discapacidad, orientación sexual, así como características físicas y estéticas, entre otras.

Los apodos, burlas, bromas ofensivas, robos, empujones y golpes no siempre pueden manifestar una situación de acoso escolar o “bullying”, a menos que sean constantes y dirigidos a la misma persona, su objetivo sea ofender, humillar y/o hacer sentir mal.

En el IMSS Yucatán, los jóvenes pueden solicitar, al área de Trabajo Social de sus Unidades de Medicina Familiar, se les integre al programa JuvenIMSS, que imparte pláticas grupales, sesiones individuales o sesiones en compañía de sus padres (en el caso de los menores de 17 años de edad) sobre los temas más importantes para el cuidado de su salud y desarrollo integral; todas las actividades se realizan en presencia del personal de Trabajo Social, adicional a especialistas en Nutrición, Psicología, etcétera.

La trabajadora social del IMSS indicó que la persona que sufre de constante acoso escolar o “bullying” presenta síntomas como baja autoestima y confianza en sí mismo y en quienes lo rodean, así como estrés, aislamiento de los compañeros de clase, falta de concentración, bajo rendimiento escolar y miedo de asistir a clases, por lo que es importante brindarle ayuda ya que las consecuencias más severas que se pueden presentar son depresión, autolesiones, ansiedad, ataques de pánico, pérdida del apetito o comer en exceso, bulimia y anorexia, dolencias y malestares físicos provocados por el constante estrés, ideas y/o intentos de suicidio.

“La o el agresor también debe buscar apoyo en sus padres y/o maestros para identificar y canalizar la causa de su ira; es muy probable que los adolescentes piensen que sólo a ellos les ocurren situaciones difíciles, se perciben solos en el mundo y creen que nadie los entiende, o en ocasiones, tienen muchas cosas de qué hablar, experiencias por compartir y ganas de conocer a más gente de su edad. Es por ello, que el IMSS diseñó los grupos JuvenIMSS, donde no sólo conocerán a más jóvenes, sino que contarán con información y orientación de especialistas del Seguro Social, lo que evitará que recurran a información falsa y errónea”, indicó Georgina Dzul.

Esta estrategia brinda a los adolescentes la oportunidad de aclarar dudas sobre la amistad, el “bullying”, autoestima, el maltrato físico, el ciber-bullying, las adicciones, el noviazgo; la importancia de la responsabilidad; aspectos básicos de nutrición, la donación de órganos; las infeccione de trasmisión sexual; las responsabilidades de cuidar a los animales y el medio ambiente, entre otros temas.