PROGRESO, Yucatán, 30 de junio.- Un grupo de 18 niños y pre adolescentes de la capilla del Divino Niño y del Sagrado Corazón de Jesús, tomaron la Primera Comunión de manos del párroco Alejandro Rubio Romero, de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa y San Telmo.
En la misma parroquia antes mencionada se realizó la ceremonia de las Primeras Comuniones, a las 8 horas en San Telmo, y a las 11 horas en la Capilla del Divino Niño.
Ayer sábado en la Capilla de Nuestra Señora de la Esperanza de Flamboyanes y en Chuburná Puerto y hace 8 días en la Medalla Milagrosa de Chelem Puerto.
En la entrada de la celebración eucarística de estas Primeras Comuniones, el párroco Rubio Romero dijo que lo hagan llenos de alegría para acudir al encuentro con Jesús.
“Busquen el pan que les brindó el Cielo, en el cuerpo de Jesús, eviten en todo momento las tinieblas y busquen en todo el tiempo el esplendor de la Verdad”.
“Ya en este sagrado sacramento, están conscientes de recibir y aceptar a Jesús como su amigo cercano divino, que los acompañará a lo largo de su vida y que les conceda felicidad plena”.
“Como ha pasado el tiempo que no se detiene, fueron 6 años de preparación y en esta ocasión le tocó a la catequista Fátima Camargo Santos”.
“Entraron a esta capilla siendo unos niños y ahora están en la siguiente etapa de la adolescencia y juventud, no se deben descuidar para prepararse en la próxima confirmación”.
Durante su homilía dijo a los neocomulgantes que ahora que conocen a Jesús hagan el sacrificio, compartan todo y continúen en el camino de Dios, si en sus manos ya tienen el arado, no volteen hacia atrás, al pasado.
Actualmente existe unan severa crisis de familia, de parejas y ahora a los hijos se les han infundido poderes tóxicos, creen saberlo todo y no aceptan consejo alguno.
Siendo una total continuidad a la egolatría, los padres y padrinos no pueden perder de vista su preparación religiosa, no sólo es este momento y ya cumplieron.
En las familias se debe de fomentar más la unión y si es posible que surjan más sacerdotes, de esto la Iglesia está en crisis.
Este fue un encuentro de amor de parte de Jesús, que convivan este domingo a escuchar atentos su palabra y se debe de cuidar a estos niños, que por primera vez vienen por voluntad propia, alimentarse del pan de vida, iniciando su vida eucarística y la clara oportunidad de renovar los votos y compromisos cristianos adquiridos.
Que no sólo reciban el banquete de cuerpo y de sangre de Cristo, sino que asimilen el banquete de su Palabra, que iluminará nuestra mente y corazón.
(Alfredo Canto May)